Por, Mario Felipe Daza Pérez
"El arte de vivir bien y el arte de morir bien son uno"- Epicuro
"La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo". - Epicuro
Muchos tenemos habilidades en varios campos de la vida, que puede que no sepamos que la tengamos hasta que la ejercitamos, e inclusive puede que muchos ni sepan de sus capacidades hasta que mueran. Todos los días trato de mejorar en muchas cosas de la vida, por eso añoro que cada momento que pase ser siempre una mejor persona, ya que “el arte de vivir se parece más a la lucha que a la danza” decía Marco Aurelio en su libro "Meditaciones", pues, a diario nos enfrentamos a muchas cosas, pero sobre todo a adversidades que nos ponen a prueba y son las experiencias propias y ajenas las que nos dan la solución a lo que hemos aprendido con el tiempo.
Por lo general nadie se quiere morir, ni de viejo, pues porque les parece que la vida hay que vivirla hasta el último momento, y este es el caso de mi querido amigo recientemente fallecido: "Gustavo Adolfo Roa Cotes", de quién titulo como una "persona querendona", y cariñosa con sus amigos, entre muchos de los valores que podemos rescatar de él, es su "capacidad de liderazgo" para sus propios negocios, sobre todo, para el ámbito del campo en el cual se desempeñaba, el "agro", oficio que le encantaba. A este joven muchacho le gustaba tanto la vida, que la llevó al extremo celebrando de por si de todas las alegrías y proezas que le parecían que había que festejarlas, tenía una gran habilidad para el habla y por ser entrona y por ello le iba bien en todo lo que hacia a su antojo, aunque tuviera su personalidad para decir las cosas como son (y como debe ser) siempre estaba alegre, y dispuesto a resolver problemas que lo aquejaban, aunque fuera relajado para otras cosas, mejor dicho, no se daba mala vida.
De las muchas cosas que tengo por contar, podría llenar aquí muchas hojas, pero solo quiero recalcar algunos puntos que me parecen importantes, que además de las virtudes generales que he relatado, es el de destacar como un "verdadero amigo", a pesar de los defectos que tenemos todos, a su manera, pues el ejemplo de lealtad era una de ellas, como la de carecer de envidia (que bien hoy en día la sufren muchos), pues se alegraba de todos los logros de sus amigos como si fueran propios, y esto es algo que nunca voy olvidar. En mi caso, me admiraba tanto, que confiaba en mí todos sus problemas legales, o cualquier otra reyerta que pudiera tener desde el plano jurídico, siempre se dirigía a mí con orgullo: "ese si sabe", como si fuera ejemplo para el, como parte de su familia.
Siempre era insistente, cuando se le ocurría una idea, o se le metía algo en la cabeza, trataba de llegar al final, para bien o para mal, buscaba la manera para conseguir el objetivo, por ello que fuera cuidadoso con sus labores y hasta decir que era muy bueno en lo que hacía, sobre todo en su profesión. Algo más que rescatar de su “querendona actitud”, es su "familiaridad" no solo con sus seres queridos, entre ellos, su hermano (sus sobrinos), su papá y su mamá, sino con todo aquel que le correspondía entre sus virtudes comunes, de la cual me sumo.
Algo que debo confesar es que desde murió mi madre en noviembre de 2020, me distancie un poco de muchas personas e inclusive de amigos, debido a que tenía que edificarme (y por ello necesitaba estar solo), y esto es lo que sigo haciendo con tal de mejorar. Un año aproximadamente después del deceso de mi ser querido, su mamá muere, y le aconseje lo que yo sentí y le expresé, que aprovechara esa “coyuntura” para cambiar en su estilo de vida, hábitos, y demás cosas, lo mismo se lo digo a su hermano Roberto, ahora aún con más ahincó, aprovechando, a pesar de la muerte de "Gustavito", esto, debido a que no pueden tomarse en vano estos sucesos como si fuera una muerte y ya. Todo esto tiene unos mensajes y es siempre ir más allá de los que ellos hayan querido para nosotros, momentos que se toman para darnos fuerzas a nosotros mismos con el ánimo de seguir adelante y de cumplir nuestros sueños y metas.
Orgullosamente, puedo decir que fuimos "amigos de verdad", e inclusive de "parranda" por muchos años, la última vez que nos vimos en vida fue el día de mi cumpleaños, el 16 de enero de 2023 y se lo agradezco mucho por haber asistido, también recuerdo que fue al entierro de mi madre del 10 de noviembre de 2020. Lastimosamente no pude ir a su sepelio a tiempo, a pesar de todo ello, lo tendré en mi corazón, en mis pensamientos, de el recordaré que vivió su vida como quería, a su máxima expresión, pues, esta es precisamente una "paradoja de la vida" (como se titula una canción de Los Betos), que sus mismas ansias de vivir, dio para terminar su muerte por causas naturales, que sin saber bien el diagnostico definitivo quedo fulminado por un infarto, tan decisivo que terminó afectándole en ultimas varios órganos.
Quiero concluir este homenaje, más no esta añoranza de mi querido amigo “Gustavito” como le decíamos nosotros “los pelaos” con cariño. Y muchas gracias, por tenerme como uno de tus “amigos incondicionales”, como si fuera un familiar más, “el primo daza” me decía. Esto sin duda nunca será olvidado por mi, pues, trataré de contarle estas historias a las futuras generaciones para que no se pierda los recuerdos, tal cual como decía Cicerón: "La vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos" y sin duda nunca serás olvidado…larga vida en la "eternidad cuántica", como expresabas: “nos vemos en la morgue”. Fuiste un amigo y nuevamente gracias por compartir con nosotros y por supuesto conmigo "experiencias vividas" y créeme que no será en vano.
De hecho, en este gran encuentro surgió una muy buena historia para compartir entre amigos y familiares. Los interesados preguntar. |
Firme, siempre firme hermano, “Gustavito”, te extrañaremos. Mija, ¡eso no lo dudes!
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