20 de diciembre de 2022
"PROSOCHE" PARA ABOGADOS
5 de diciembre de 2022
EL CONCEPTO DE “AMISTAD” (PHILIA) Y SUS CLASES
Por, Mario Felipe Daza Pérez
“Después de ser amigo, hay que confiar; antes de serlo hay que recapacitar” - Séneca
Decía Aristóteles en “Ética a Nicómaco” en su Libro XI, Capitulo X, que “los que tienen muchos amigos y se muestran íntimos de todos, pasan por no ser amigos de nadie”. Precisamente, discutiendo con varios conocidos, estos me han preguntado que cuántos amigos he tenido y les he respondido que “no sé”, pueda ser esta una contestación difícil sabiendo que el “concepto de amistad” no está claro en estos tiempos, y muchos menos si tomamos en cuenta aquella anotación de Publilio Siro que expresa: “La amistad que acaba no había comenzado”.
Es sabido, como nos muestra Séneca en “Carta a Lucilio” que: “El sabio quiere tener amigos, y vecinos, y camaradas, pero se basta consigo mismo”, aun así, siguiendo con Aristóteles tenemos que para este “uno no puede ser amigo de un gran número de personas, sin hacer ningún esfuerzo exagerado por agradarlas y siendo sólo para ellas un hombre de bien en toda la extensión de la palabra. Pero ser amigo de uno porque es virtuoso y amarle por sí mismo, es un sentimiento que no puede extenderse nunca a muchas personas”.
Siempre hemos creído que el concepto de “amistad” es muy amplio, porque todo el tiempo pasamos diciendo que este u otro es “mi amigo”, “mi hermano”, y puede que nunca terminan siendo nada de eso, sino más bien lo que converge entre ellos pueden ser los meros intereses que se causan por cualquier medio o índole, sean estos benignos, malignos o recíprocos, de todos modos, el sentido de esta palabra puede ser tratada de mejor manera desde la “filosofía helenística” desde un punto de vista “material” y no simplemente “semántico”, pues, porque para estos últimos (en cualquiera de sus escuelas) el concepto de amistad ha sido tratado con mayor profundidad conforme a sus distintas clases, de lo que hoy en día su división ha desaparecido.
Siguiendo con este argumento, “un amigo” es una noción que abarca mucho y poco a la vez, porque significa algo comprometedor pero que de la misma manera se le dice a cualquiera sin serlo, siendo este solo conocido o no, de todos modos en el diario vivir se trata de cualquier forma según su uso material, lo que no debería ser, porque tiene el mismo tratamiento semántico, por ello, creemos que se debe acudir nuevamente a los griegos para determinar las clases de amistades y no caer en este error.
Como siempre destaco en los escritos y entre ellos, menciono que algunas de sus corrientes dentro de la característica “helenística” encontramos una filosofía llamada “estoica” que nos parece la más acertada, esto, para tener en cuenta un concepto más concreto de la vida, y además de poder utilizar la noción de “amor” de varias formas, también como lo fue tomada por Aristóteles en el texto ya anteriormente citado, pero que a pesar no pertenecer a este método, se tornó muy parecida dejando así sentados unas clases de amistades que nos sirven para referirnos a su diferenciación en este escrito. Veamos.
El “amor” en los estoicos (como en la mayoría de las corrientes de ese estilo) distinguen este concepto de cuatro modos a saber: 1) ágape, 2) eros, 3) storge y 4) philia.
1. Ágape: Es el sentir de ese amor por los más cercano (vínculos consanguíneos), desde el punto de vista antiguo (amor por la familia en sentido estricto), que luego para los cristianos lo transforman como ese hacer el bien para los demás (ser tratados como hermanos).
2. Eros: Tentativamente tendría que ver con el “placer sexual” como muchos creerían, pero va muchos más allá que eso, tiene que ver con la “belleza”, pero más que todo con la “interior” de la persona que vemos, es decir con su “admiración”, “carisma”, “respeto”, etc., es como esa “atracción por su personalidad”, lo que, indistintamente vaya de la mano o no con ese deseo carnal, que sería lo “exterior”.
3. Storge: Puede ser reducido también al amor (pero irreflexivo) por las cosas que más nos gusta y no solo por devoción a los más allegados, por ejemplo, al club de béisbol que tanto nos llama la atención, aquella banda musical que toca los fines de semana, la nación de la que perteneces “patriotismo” (ser orgullosamente colombiano, británico, venezolano, etc.).
4. Philia: (que es el concepto que nos interesa en este escrito), es el “común” y del cual todos confundimos, que sería ese “amor” por la familia (en sentido amplio), como lo es por los “verdaderos amigos” y la comunidad en general.
De esta forma la clasificación anteriormente tratada la podríamos representar gráficamente de la siguiente manera:
Siendo entonces la “amistad” un tipo de “amor”, referida a la “philia” tentativamente, tenemos que nace no solo cuando las cosas van “bien” sino sobre todo cuando van “mal”, esto es frente a las adversidades. Así un verdadero “amigo” (desde el punto de vista estoico) es aquel que comparte esas “virtudes recíprocas” (“spoudaios” -hombres valiosos-) que se tiene de las realidades en que vivimos. De esta manera un “criminal” podría compartir una presunta amistad con otro, pero por intereses recíprocos y no apalancados en el carácter moral de esta integridad, por lo cual se saldría del concepto.
El “concepto de amistad” es un “truco semántico” que utilizamos para arropar a los que son verdaderamente y no son nuestros amigos. Podemos decir de este modo, que alguien que nos beneficie podemos tratarlo como tal, como aquel que nos toma de vez en cuando para algo en específico, o aquella pareja que no tienen nada pero que a la final se acuestan, a la ligera, tocaría definir formalmente que son, porque materialmente ya se sabrá si es amor, amistad, familia, o intereses que pueden verse influidos por cosas que no son o lo son, del cual podrían existir discrepancias sustanciales pero que lingüísticamente son lo mismo, pero que no deberían serlo.
De allí que Aristóteles[1] (lo podemos encontrar nuevamente en Ética a Nicómaco, en su libro VIII y IX) haya tratado este tema de la “philia” no solo como simple “amigos” sino que también asemejándolos al tema de la “familia”, por ello que creemos que los “verdaderos amigos” debamos tratarlos como tal, como si lo fueran, aunque en la familia haya personas que no lo sean materialmente. Por eso que Epicteto (como también Seneca[2]) relata de cierta forma un ejemplo con la historia entre Eteocles y Polinices como aquella relación de una supuesta amistad-hermandad, que termino mal[3].
Para ahondar más en el tema, tenemos que para el filósofo estagirita existen tres tipos de amistad dentro de esta clasificación que hemos hecho ya de la 4) “philía” (como subtipo de las clases de “amor”) que son 4.1) de utilidad, 4.2) de placer y 4.3) de los buenos.
4.1. Amistad de utilidad: Se refiere a los que se tratan cuando existen intereses recíprocos, como cuando voy a tomarme un café a un sitio saludable y me atiende el vendedor, en el lugar donde me corto las uñas con la manicurista, etc., todos ellos están basados en transacciones, esto quiere decir que cuando termine esa relación, se acabará la amistad de este tipo, indistintamente que siga existiendo o no un trato cordial con estas personas. Decía precisamente Epicuro en “Sentencias Vaticanas” que: “Toda amistad debe ser buscada por sí misma, tiene sin embargo su origen en la utilidad”.
4.2. Amistad de placer: Es aquel que está basado en ese deseo recíproco pero visto no solo como quien nos gusta (parecido al “eros” y el “storge”), sino tratado también con quien compartimos por ejemplo cierta afición de equipo, de juegos, etc., aquel cuyo fin es “dopaminérgicos”, y no meramente “material”. En el epicureísmo, se distinguía el mero placer sexual (afrodisía) del amor (eros) verdadero, ocasionado de ese deseo que aquí distinguimos, por otra parte, desde el estoicismo Marco Aurelio hablaba en Meditaciones del “mero frotis” frente al primer caso. En esta clase puede que le digamos a alguien que sea conocido, y nos refiramos a él como “amigo” pero puede que no lo sea y que también se termina esa relación cuando acaba ese deseo, quedando de la misma forma que la ramificación anterior, en el trato cordial o agrado
4.3. Amistad de la buena: Por último, tenemos la que es valiosa por sí misma, referida a la que es “virtuosa”, de las cuales se benefician por los intereses mutuos, pero “morales”, por ello que la relación de personalidad, el carácter, el carisma, el liderazgo, el orden, la disciplina, etc., sean importantes como “criterios éticos” que bien que no tienen que ver necesariamente con el aspecto material -aunque podrían coincidir-.
De esta forma la subclasificación anteriormente tratada la podríamos representar gráficamente de la siguiente manera:
De lo anterior podemos extraer que los que los “amigos” considerados “de los buenos”, puedan serlo no solo los conocidos, y de las cuales puede coincidir con los de placer y utilidad, sino también un familiar o no, de este modo un primo puede ser amigo tuyo, aunque tengo por cierto otro tipo de relación con el “ágape” o el “storge”, que sin duda nosotros los estoicos avalamos y creemos que sería la única clase de amistad verdadera de la que las además Pigliucci en el texto “Como ser un estoico” llamaría: “indiferentes preferidos” (2021, p. 190), que a diferencia de esta últimas, la primera se distingue “por tener que cultivarse, esto, mientras que no afecten las virtudes e integridad moral recíprocas y siempre y cuando sea con vocación de permanencia (hexis)”.
Para concluir, los “buenos amigos” son “virtuosos”, y componen por supuesto esa reciprocidad que debe ser permanente, pero antes que esto pase debe existir una amor por uno mismo, antes no, (philautia) de allí que luego de este paso si pueda haber un reconocimiento de esta cualidad, de la que debe ser tratada voluntariamente (oikeiosis) en el sentido genuino de la palabra en el que se consigue como un medio para conseguir una vida feliz (eudaimonia) en conseguimiento de esa sabiduría práctica (phronēsis), centrado en los buenos sentimientos hacia el otro (eupatheia).
[1] Al respecto se puede revisar,
Palomar Torralbo, Agustín. (2014). «La philía Como investigación fenomenológica
Particular Del Saber práctico En Aristóteles: Significado Y fundamentación».
Franciscanum 56 (162):51-73. https://doi.org/10.21500/01201468.785.
[2] Al respecto se puede revisar,
Beltrán Serra, Joaquín (2007). La amistad y el amor en el epistolario de
Séneca. Cuadernos de Filología Clásica. Estudios Latinos, 2008, 28, núm. 1
17-41.
[3] Al respecto se puede revisar, Martí Sánchez, Miguel (2017). Amistad y reconocimiento. Sobre la philía aristotélica. Lo que Aristóteles vio y Hegel pasó por alto. Contrastes. Revista Internacional de Filosofía, vol. XXII-Nº2 (2017), pp. 37-49. ISSN: 1136-4076 Departamento de Filosofía, Universidad de Málaga, Facultad de Filosofía y Letras Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España).
20 de noviembre de 2022
EL “AYUNO DE DOPAMINA”: ¿CÓMO HACKEAR LA MENTE?
11 de noviembre de 2022
LA “INTELIGENCIA SOMÁTICA”: LA CONEXIÓN CUERPO Y MENTE
Por, Mario Felipe Daza Pérez
“El hombre conquista al mundo, conquistando así mismo” - Zenón de Citio
Muchos tenemos en la cabeza la idea que el “ser inteligente” se trata de algo “unívoco”, y no es cierto, existen diversos “tipos de inteligencias” del cual el ser humano puede poseer con el tiempo (es decir, no es algo plenamente “genético”, sino que va de la mano con otros factores tales como el entorno, la epigenética y la cultura), esto quiere decir, que así como tú eres inteligente para una cosa, puede que lo seas o no lo seas para otra, aunque no quiere decir que no la puedas obtener, perder o conseguir más adelante. Lo que tratamos de decir es que la persona “inteligente del todo” no existe teóricamente hablando, lo que sí hay es el desarrollo de ciertas “habilidades” o de “aptitudes” que pueden permitir acceder al tipo de “saber” qué quieres tener a corto, mediano o largo plazo, esto, como un conjunto.
La “teoría de las inteligencias múltiples” fue propuesta por Howard Gardner (1983) hace años en contraste de la aparición de la “inteligencia unívoca”, que contrario de la virtud de la “disciplina” que depende de una sola trayectoria, la primera, puede reconocerse en varios aspectos tales como: la “música”, en lo “interpersonal”, lo “lingüístico-verbal”, lo “lógico-matemático”, en el factor “naturalista”, en lo “intrapersonal”, en la parte “visual-espacial”, como también en lo “corporal-cinestésico”, esta última asemejada (pero no necesariamente lo mismo) a la que llamamos nosotros como “inteligencia somática”. De esta forma podemos decir que Nikola Tesla no es más inteligente que tú, ni siquiera que Luciano Pavarotti, porque se trata de “saberes distintos” a lo que has desarrollado.
Aunque esta teoría de las “inteligencias múltiples” sea la más extendida en cuanto al campo del concepto propio de la “inteligencia” no es la que más nos puede sorprender referente a su teorización, e incluso el autor anteriormente mencionado ha aumentado los tipos de “aptitudes” a más “zonas de detalles cerebrales”, tales como la “emocional”, “existencial”, “creativa” y “colaborativa”, lo que más nos llama la atención de este tema es que otras personas ya han comenzado a elaborar “nuevos paradigmas” con base en la “neurociencia”, tal cual como veremos más adelante.
Cuántas veces no escuchamos, “ese tipo si sabe”, “se conoce el derecho y al revés”, es “inteligentísimo”, esto, está más lejos de lo que realmente significa “inteligencia” (si, podemos mencionar uno de los tipos, tal cual como lo es: “la mental”, que va mucho más allá que del “mero conocer”, estas “aptitudes” (porque son varias) son determinadas por varios factores, y precisamente se encamina con eso que llamamos como “habilidades blandas” o “softs skills” que si las llegas a obtener, puede que seas “más inteligente” que otros pero no “el inteligente” como si fuera un todo.
“Aptitudes” como el de la “dicotomía de control” (inteligencia emocional) del que tanto hablan “los estoicos” por ejemplo, “el saber reaccionar ante X o Y situación”, “el tener capacidad de análisis” (que va de la mano con la “inteligencia intuitiva” que no es otra cosa que la suma del conocimiento más la experiencia), de la misma la forma el modo en que interactuamos con los demás, entre otros, son el saber holístico de estas habilidades, pero por otro lado tenemos lo que llamamos el “poder entender el cuerpo” (inteligencia somática) o del “saber conectar con uno mismo”, que es lo semejante a la “conexión mente-cuerpo” (que biológicamente sería la simbiosis: “cerebro-intestino-músculo y demás órganos”).
Si tuviéramos una “pirámide”,
diríamos que la “inteligencia somática”
sería la base de las “inteligencias”,
esto, debido a que es la que soporta nuestras vidas (salud), y luego de ello
vendría lo que se conoce como “inteligencia
emocional” que es poderosamente valiosa para las situaciones adversas, aun
no tengas conocimiento de nada, pero obvio que teniendo una “inteligencia mental” (que es la propia
de “habilidades duras”: saberes en
materias específicas) va a permitir a extenderte más, que junto con la “intuitiva” te daría un mayor relieve en
cuanto a que se requiere de información adicional pero sobre todo experiencia
para el trasegar cotidiano. De esta forma “en teoría” cualquier ser humano podría
tener los 4 tipos de “inteligencias”
mencionadas o no, debido a que puede ejercitarla de mayor o menor medida
depende a su planes y capacidades.
Desde que Howard Gardner trato los “tipos de inteligencias”, mucho se ha hablado de cómo se aborda esta y de cuando una persona puede tener estas cualidades, de hecho, existe un “test” de como evaluarla (aún con críticas), y se mide teniendo en cuenta como resultado el grado de “coeficiente intelectual” de cada uno, con la presunta medición, se dirá si es “genio” o no. Indistintamente de si este medidor sea falible o no, lo que nos lleva a pensar si la persona en verdad es o no es “inteligente” será más bien tomado por el enfoque de ciertas “aptitudes” que domine y no por las potenciales “habilidades” de las que carece en ese momento.
Ahora, sí las “inteligencias múltiples” han sido estudiadas por científicos en el tema, y entre ellas, se destaca una autora que nos ha llamado mucho la atención que se llama “Lissa Rankin”, que bien ha abordado un clase de las “inteligencias” que no ha tocado ningún otro y de la cual nos sentimos identificados, porque nos parece igual o más importante que todas las demás (tal cual como se describe en la pirámide), de las que se destaca la “emocional”, pero que más allá esta la denominada: “somática” (concepto más profundo) también llamada “corporal” para algunos (entre ellos Gardner).
Luego de los grandes descubrimientos de la ciencia en los últimos cinco a diez años, sobre todo de la importancia de la “microbiota” u “helobioma intestinal” y de la conexión que tiene esta con el cerebro (a través del nervio vago), han sido mucho los interesados y ni siquiera médicos, sino la comunidad en general en querer desplegar un conocimiento que albergue a la demás áreas con tal de investigar un poco de como esta se relaciona somáticamente con todo el cuerpo, por algo que le llamen el “segundo cerebro”, pero esto no queda ahí, de hecho ya se habla incluso de la interrelación entre “intestino-cerebro-músculo” (este último considerado como un ”órgano endocrino” independiente -poderoso-) de la cual nos podría regir “el entorno” de nuestras decisiones todo el tiempo, aún sin saber de ello.
Si nos vamos ahora al internet es poco lo que se ha escrito específicamente sobre la “inteligencia somática”, encontramos un texto de Guy Claxton (2016) denominado: “inteligencia corporal”. Para este profesor británico de Ciencias del Aprendizaje de la Universidad de Winchester, del cual se enfoca estudiar temas de creatividad, educación y mente basados en la “psicología” y la “neurociencia” a este le ha permitido destacar que la conexión entre “cuerpo y mente” es sumamente importante, teniendo en cuenta la “vía endocrina”, esto, debido a que todos los “órganos se comunican”, aunque hasta ahora no creamos o sepamos de este motivo por ignorancia.
Saliendo de este motivo, repetimos una vez más que las “decisiones que tomamos” en el diario vivir, e inclusive en los juzgados, audiencias o diligencias se debe a lo que “comamos” o de la forma en que nos “sintamos” (emociones), de allí que se muestre importantes los bioindicadores en la dieta, entre ellos los “neurotransmisores”, como también la práctica de la actividad física (tal como lo genera el “factor neurotrófico derivado del cerebro” o “BDNF”), ya que de ello va a importar que tanta “serotonina”, “GABA”, “dopamina”, etc., segregamos para el día en que necesitamos actuar o argumentar algo en específico. De este modo, “el arte de escuchar a nuestro cuerpo” nos llevará más lejos que otros, porque como sabemos el “cuerpo humano” es una máquina que requiere atención y si ahora tenemos conocimiento de cómo “conectarse”, “repararlo” o “auxiliarlo”, esto nos va a permitir a tener un “performance cognitivo” mucho mayor que el de los demás.
Otro texto que podemos comentar es el de Risa Kasparo (2014) denominado: “Inteligencia somática”: Arte y práctica de la atención corporal”, esta autora lo que pretende es proponer al público una transformación de “adentro hacia afuera” de los cambios que puedes hacer con tu cuerpo, por ejemplo en la “toma de decisiones”, de cómo se establece el “cuerpo y la mente” teniendo en cuenta las “conexiones” que existen pero contigo mismo, inclusive “espiritualmente” hablando, la cual podría proporcionar libertad, felicidad y amor, a partir de esas “meditaciones” que hagas (de lo que hoy podemos llamar el “mindfulness”).
Precisamente, ya varios científicos están hablando recientemente sobre este hecho, por ejemplo el famoso Médico Funcional Dr. Mark Hyman (mentor del Dr. Carlos Jaramillo) en el que destaca en un reciente tweet publicado en su cuenta sobre la “regulación de la mente” y la “producción de células” como de “neurotransmisores” ha dicho que esto ha permitido que los “pensamientos” [en este caso, positivos] puedan reducir el “cortisol elevado” evitando la generación de “inflamación”, pero que en últimas podría ser revertido a través de prácticas milenarias como la “meditación” o el “mindfulness” (“conexión mente-cuerpo”), lo que llamamos como: “inteligencia somática”.
Pensemos que estamos lamentablemente ante una situación de “estrés” o de lo que normalmente sucede en “personas amigas”, en un episodio de “ansiedad”, lo que podemos notar es que todos estos momentos/sustancias se acumulan en tu cuerpo, y es allí donde precisamente tu “mente” debe actuar, en esa “conexión somática” existente contigo mismo, en relieve con el resto de los órganos, esto, para poder paliar la dificultad presentada. Sabemos que no es fácil de conciliar, pero se puede permitir reducir si se quiere con “farmacología” (no siendo lo recomendable), lo adecuado sería entonces que se trate con las acciones que tomes a partir de ciertos factores, como la i) alimentación, ii) el ejercicio, iii) el mindfulness -meditación-, iv) o la filosofía de vida que lleves (como la estoica o cualquier otra), es allí donde el intestino, el músculo, el estómago, etc., se harán notar debido al riel de vida que lleves, porque es así como se tomarán las decisiones.
Ya está más que demostrado científicamente que tus pensamientos será lo que “tú comas”, de hecho, más bien, lo que “comen lo que tu comes”, es allí donde la “inteligencia somática” se hará relucir, por ello es que Lissa Rankin en: “La mente como medicina” (2014) propone como primera medida curar el cuerpo como un todo (cuerpo y mente). No solo es esta autora la que manifiesta esta idea, pueden revisar también si quieren a Bruce Lipton un biólogo celular que publicó un texto denominado: “La biología de la creencia” (2016) de la cual expone en su libro que: “Los genes y el ADN no controlan nuestra biología; sino que es el ADN el que está controlado por las señales procedentes del medio externo celular, entre las que destacan los poderosos mensajes que provienen de nuestros pensamientos positivos y negativos”.
De esta forma Rankin cree igual que Lipton, eso sí, desde un punto de vista científico, que los “pensamientos”, y las “emociones” se pueden transformar conforme a la “fisiología del cuerpo”, aun pensando que la dieta, el ejercicio y los suplementos sean importantes o no, aún lo es, en mayor medida lo que estemos pensando todo el tiempo, por tanto, el análisis de la doctora va de la mano con lo que llamamos el desarrollo de las: “softs skills”, o “habilidades blandas” que se tornan en cuanto al liderazgo que tomes, una creatividad debida, el entorno en que te desenvuelvas, las relaciones interpersonales y sociales con la que cuentes, como de una nutrición óptima, todo se trata como un conjunto, esto, como forma de poder saber entender tu cuerpo frente a las decisiones que tomes en el diario vivir. De este modo “las creencias positivas” aliviaran cualquier dolor que tengas haciendo cambiar tu “bioquímica”; mejor dicho, “eres responsable de tu propio destino” o bien como lo decía el científico Santiago Ramón y Cajal, “cada persona si se lo propone puede ser artífice de su propio cerebro”.
Por último, si bien la “inteligencia mental, intuitiva y emocional” son importantes como “aptitudes” del cual pueden ejercitarse completamente, y de pasó podemos decir que como “habilidades” estas, te pueden llevar al “pasillo del éxito”, pero, no se tornan suficiente sino no lo desarrollas completamente junto con la llamada “inteligencia somática”. Toca de esta forma entonces tener como diría Julia Cameron (2022) un “arte para escuchar” pero en nuestro caso relacionado a nuestro cuerpo, cerebro (mente) y el entorno en el que nos movamos, con miras de tener mayor alcance en la creatividad, liderazgo, organización, disciplina, etc., para que de este modo podamos alcanzar plenamente estos 4 tipos de inteligencias propuestas por Lissa Rankin, y de esta forma expresar “unívocamente” si ser una persona “inteligentísima”, ya que con solo esta relación conseguiremos obtener de sí mismo esa “conquista” bien como lo plantea Zenón de Citio (fundador del estoicismo), en eso que llamamos la “conexión entre mente y cuerpo” en todo su fervor.
24 de octubre de 2022
LOS "SOFTSKILLS": APTITUDES QUE SE REQUIEREN PARA TENER ÉXITO EN CUALQUIER PROFESIÓN, ARTE U OFICIO
Por, Mario
Felipe Daza Pérez
@mariodaza
“Largo
es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de
la práctica”. – (Séneca)
Creemos tener claro hacia dónde vamos. No hay mayor
rémora para aquella persona que no sepa hacia dónde va, así el viento le sea
favorable. Uno de los motivos de estudiar, es prepararse para sentirse
realizado consigo mismo, y además para ser alguien en la sociedad. Debemos
tener en cuenta que no todas las aptitudes son iguales, ni las mismas para todo
el mundo, por tanto, se puede decir que estas habilidades son
"competencias múltiples" propias con las que cuentan las personas
(“criterio subjetivo”) indistintamente de su finalidad.
Estudios como el de “The Future of Jobs” elaborados
por la Universidad de Harvard asegura que por lo menos el 80% (e inclusive
mucho más) del éxito, en este caso relacionado al ejercicio de alguna
profesión, arte u oficio se debe al entrenamiento de habilidades
interpersonales y sociales. De hecho, se cree, tal cual como lo destaca el
biólogo Héctor Martin Ruiz, que el cerebro no se ejercita como un músculo, lo
que sí debemos tener cuenta es que este cada vez se hace más fuerte, lo que
requiere que tengamos siempre mayor conocimiento para poder proceder a la interconexión.
La idea de los “soft skills” (algunos le llaman
“powerskills” o “coreskills”) como muchas de las ideas de la modernidad,
provienen de esa mejoría que se pretendía alcanzar en cuantos a los
procesos/procedimientos en el “rol del conocimiento”, que en este caso se debió
originalmente en la formación militar, con el cuerpo de marines en los años 60,
en esta ocasión se quería contar con soldados que tuvieran mayores habilidades.
Este concepto luego fue tomado por la “psicología”, esto, con el fin de tomar
las "actitudes positivas" de las personas, en este caso aplicado a
las profesiones, artes u oficios. Precisamente el primero en utilizarlo
formalmente fue el Dr. Paul G. Whitemore en
1972 en una conferencia.
El estar pendiente de las cosas, realizar inspecciones
a tus tareas, tener el control del tiempo, mejorar la redacción de informes,
interactuar en las comunicaciones, ser curioso/creativo, como lo es también el
estudio permanente ante una situación en concreto, la eficiencia, autoestima,
elocuencia, el saber transmitir las ideas, el liderazgo, ser organizado,
disciplinado, responsable, honrado, leal, ético, cortés e integró es el
marcapasos para el éxito en cualquier de sus ámbitos.
Si tenemos claro, el tipo de habilidades que tenemos
de tinte profesional, no es tan llano cuando se trata de inteligencia social e
interpersonal y es allí donde nos quedamos corto, lo que nos hace falta para
tener el mayor provecho de uno mismo en cuanto a lo que se está haciendo, sea
el proyecto que sea. Si no lo tienes diáfano en tu cabeza, en cuanto a su
empleo correcto y el momento preciso para utilizarlo será difícil avanzar para
la meta que quieras. Es de allí que digamos el porqué de muchas personas que
fueron “excelente estudiantes” en las
universidades no pudieron progresar luego en el diario vivir, esto, a falta de "habilidades blandas", que por
cierto muy poca gente entrena o desarrolla.
Gente que estudia, una vez terminan una carrera se
sienten frustradas porque no saben qué hacer después con su estudio, pues, son
muchos los motivos que le indicaron irse por X o Y profesión, arte u oficio,
pues los papás se lo impusieron, un tío es médico, la abuelita se lo dijo, etc.,
y de eso no se trata la cosa, porque en últimas terminan frustrándose.
Séneca decía que la suerte consiste en primero “prepararse” y luego esperar que se
crean las “condiciones” propicias para desarrollar el éxito, ya sea académico,
financiero, o en nuestro caso profesional. Ya que este no se consigue solo
“estudiando”, “siendo el mejor de la clase” -el que más “caletea”-, “saca
notas”, o el que “lambonea”, y estas puede que sea una de las causas, pero que
en menor medida no es suficiente, para crear ese “boom” en tu carrera
artística, profesional, académica, etc.
Pues, el conocimiento, la experiencia, los estudios,
pueden considerarse habilidades duras (o hard skills) a diferencia de las
blandas (soft skills) de las que muy poco se habla y no se presta atención y
son las que le ponen el pie a lo que serás tú en el mañana. La empatía hacia
otras personas, el manejo de casos a resolver, el liderazgo, el saber
planificar el tiempo, la mejora en la redacción, el arte de la seducción,
prudencia, manejo del habla, son unas de las tantas aptitudes que te pueden
hacer brillar en tu profesión, arte u oficio, frente a otros que no lo hacen.
De esta manera el “conocimiento técnico” está mandado
a recoger en cuanto a que el “saber transversal” que está relacionado con ese
conocer distinto al que profeses te da un "plus" sobre temas por
desarrollar, lo que cambiaría sin hesitación alguna el rumbo de las cosas, pues
lo necesario aquí sería el saber resolver problemas en una situación dada según
el rol que ostentes. De esta manera no será lo mismo un ingeniero en un estrado
judicial que un abogado de mecánico. Aquí la posición va a ser primordial.
Si a esto si le sumamos el análisis de los tipos de
inteligencia, entre una de ella, las más importantes para este propósito, es la
“emocional”, difícil de controlar, pues que resulta de la autogestión, lo cual
permitirá alcanzar metas sobre otros que están inclusive en tu misma profesión
y presuntamente "por encima tuyo".
En el tema de la profesión jurídica no solo importará
como habilidad dura (hard skill) un conocimiento en especial, como sucede en un
tema tributario, administrativo, sino también la forma en que se comunica la
idea, esa persuasión argumentativa que utilizaras, la redacción que tienes al
escrito presentado, y esa forma de persuadir al operador servirá para alcanzar
ese éxito soñado. Sumado a esto, el manejo de programas, el uso de la internet,
big data, sobre todo "el conocerse a sí mismo" (que es primordial) es
el ideal para el desarrollo de las “soft
skills”, pues, es esa flexibilidad o adaptabilidad al cambio lo que te hará
ser más fuerte ante esa evolución constante.
Ante estos nuevos desafíos, como es la implementación
de la inteligencia artificial en las profesiones, artes u oficios, como también
el saber de temas relacionados a las neurociencias o la biología, serán los
derroteros que se seguirán en los siglos siguientes, aunque aún los incrédulos
lo vean con escepticismo. Pues el mundo es cambiante todo el tiempo y siempre
se requiere de habilidades que vayan intrínsecas con la carrera a la que te
dedicas. Una filosofía práctica como la "estoica", por decir algo en
concreto, servirá como forma de gestionar ese liderazgo proactivo frente a una
meta a alcanzar. Y estas son las “aptitudes”
que les gustan a los reclutadores, jefes, empresarios, coaches, etc., hoy en
día.
De esta forma, el dominio, el manejo de entorno, e
incluso la ejecución de ejercicios de alta intensidad (aunque a muchos no les
guste el tema) te van a servir para tener mayores habilidades (aumento del
hipocampo -memorización-, y sobre todo del factor neurotrófico derivado del
cerebro, -creación de nuevas redes neuronales- BDNF) sea el campo en el que te
desempeñas. Concentrándose en hacer las labores que les toca, en mayor volumen
y en poco tiempo (eficiencia y eficacia) relacionados a los trabajos profundos
son las habilidades a las que les hablo, y bien que se pueden entrenar a partir
del enfoque de la mente (sin límites), así como el cuerpo puede adaptarse al
permanente desarrollo de la composición corporal y ósea, también lo puede hacer
el cerebro a partir de la neuroplasticidad (sinapsis).
Pues, aquí la “zona de confort” es un vicio al que
deberíamos salir recurrentemente, si no "entrenas la mente" con más
"conocimiento" (duro, pero sobre todo blando), no podrás estar al
mismo nivel de los que están en competencia, no se puede seguir pensando como
los "neandertales", o en "la época del paleolítico", en el
querer estar atado bajo unos pensamientos mínimos, más bien lo que se debe
sacar es el mayor provecho posible a raíz de estas “habilidades”. En este caso
la “ansiedad” es un enemigo que nos afecta y que va en contra de los “soft
skills”, pero al mismo tiempo es una adversidad que nos sirve, porque nos
permite expandir ese desarrollo de la "dicotomía de control" que bien
exponen los estoicos.
Recapitulando, los “soft
skills”, en el ejercicio de la profesión, arte u oficio, es algo que todos
deberíamos de invertir, como "recurso humano invaluable", ya que
permitirá explayarte en todos tus objetivos. Parece ser que las
"habilidades" que mencionamos se basarán como un tipo decálogo de la
vida, aplicada en principios y valores, y cuestiones que ahora no prestan
atención las personas pero que en últimas te servirá para todo tipo de
proyecto, meta o ambición, si bien te concentras ello ejercitándolos, como
“hábitos atómicos”, tal cual diría James Clear.
El compromiso que tengas con tu trabajo, basado en la
experiencia y el conocimiento como habilidades duras (“criterio objetivo”), por supuesto que permitirán un mayor margen
en tener mayor éxito, pero no será importante mientras tanto no consigas una
empatía, resiliencia, adaptación a la evolución, como a una flexibilidad a los
cambios (v.g. en las nuevas tecnologías), etc.
Ahora, si desde ya te das cuenta de ello, esto te
permitirá tener mayor amplitud sobre el resto de los mortales, porque ya sea el
tener un pensamiento crítico, contar con una creatividad, tomar decisiones al
instante (basados en tu inteligencia múltiple), conseguiría estar por encima de
aquellos que no lo hacen, por eso es que sean blandas estos superpoderes o
núcleos de las habilidades duras porque así las personas se darán cuenta de su
deber de entrenar estas “softskills”
porque de alguna u otra forma todos lo tenemos (aptitud), lo que hace falta
entonces es realizar esos “ejercicios
físicos y mentales” (actitud) con tal de maximizar en su mayor expresión su
contenido.
De esta manera, un abogado formado en la mejor
universidad del país, o del extranjero no resulta ser exitoso, con tan solo graduarse, ni siquiera
teniendo unos cuantos títulos y alguna que otra experiencia, para ello se
necesita de muchos más, como resulta el de contar con destrezas integrales
(sentido común), rasgos precisos de personalidad que se adecuen al oficio, o
profesión que este desempeñando, etc., esto tomando todo tipo de estratagemas
que permiten progresar en su propósito, meta o ambición, por ello, que el
control o inteligencia emocional (como la social) ser un detonante importante
para conseguirlo.
De allí que destaquemos, los tipos de "inteligencia múltiples” y no
precisamente como lo que destaca Howard Gardner, de las cuales se precisan 12
clases de ellos sino que más bien tomamos las que menciona la autora, Lissa
Rankin determinados en 4, y que de las que más se subraya dentro de esta
categoría superior como se establecen en los “softskills” tenemos la denominada
“inteligencia somática” la cual está
entrelazado con el aspecto físico (que es la de poder comprender las señales del
cuerpo con su biología -microbioma-) que sumado al enfoque emotivo, mental e
intuitivo conseguimos el mayor esplendor de estas “aptitudes”.
Pensemos ante una adversidad X, Y o Z, pues intenta
frente a esto tomar un juicio que lleve a un resultado, teniendo en cuenta esa
inteligencia mental, emotiva, intuitiva, pero sobre todo somático (conexión
cerebro-intestino-músculo), como afrontar entonces unos trabajos asignados
cuando tu cortisol (estrés) está sumamente elevado, se supone que para el
profesional promedio el manejo de la comunicación oral o escrita será
necesario, aquí entra de inmediato esa aptitudes ejercitadas (como hábitos) que
serán la base para la solución.
En conclusión, queridos amigos, los “softskills”
siempre serán importantes y deben tenerse en cuenta desde ya, por parte de
todas las profesiones, artes u oficios, debido a que se requiere de un
entrenamiento duro, igual que el ejercicio que haces en el gimnasio para poder
lograrlo, este, no llega por sí solo (-florecimiento humano-, eudaimonia), por
muy viejo que seas. Y cuando lo consigas será tomando el potencial total de
estas habilidades que podrás aplicar para tener un desempeño óptimo en esas
“competencias e inteligencias múltiples” que has conseguido ¡que no será en
vano!