Mario Felipe Daza Pérez
Últimamente se ha hablado mucho del tema del "ayuno" pero asociado más que todo a los aspectos de salud, y ahora al entorno "dopaminérgicos", como también a la cuestión digital. El "détox" de purificar el cuerpo no solo se debe asociar a limpiar el cuerpo y la mente, sino también el "alma", específicamente al "espíritu", esto, con tal de ir quitando manchas que, si bien no se ven, se sienten, de lo que ahora nosotros debemos ir minimizando por los errores, defectos, pecados, inmoralidades, etc, cometidas en el pasado.
El “ayuno” es una costumbre dentro de las religiones abrahámicas del que corresponde dentro del actuar judío que se inmiscuye luego a la filosofía cristiana propiamente dicha, copiado por un uso maniqueo, considerado como el "sello de la boca", esto, debido a su presunta impureza de lo que se come. La cuestión aquí es que no entre comidas puercas a nuestro organismo, ya que si se hace permite contaminar no solo al estómago sino al alma misma, por lo que este “ejercicio espiritual” ancestral permite estar destinado para eliminar los vicios, tales como el egoísmo, la injusticia, avaricia, gula, lujuria y todo fruto de maldad, aquí la cuestión no es el no comer, porque si fuera por eso muchos se salvarían, lo que interesa es de qué forma se hace, es decir, con que amor, entendida como devoción.
No podemos dejar a un lado lo que significa la “oración” para esta práctica (en otra ocasión hablaremos sobre su poder dentro de la "guerra espiritual"), por tanto, si el “ayuno” no va acompañado de otras herramientas que se requieran para hacer estos sacrificios no sirve de nada, por ello que sea menester considerar las "incomodidades" en nuestras vidas como algo satisfactorio, con tal de redirigir estos sucesos a los más necesitados y entre ellos no solo para el primero evento, sino también en lo que se considera las "limosnas", es decir, cuyo motivo es el realizar “ofrendas” a aquellos que realmente lo necesiten, igualmente será como la de causar obras buenas, y teledirigir todo deseo de ayudar a los demás.
Las cosas del mundo invisible e inmateriales son superiores a las que vemos, de ahí nace el valor de la fe, y no solo de la razón (aunque también se muestre), en este mundo pululan las almas errantes, las corazonadas, el afecto hacia otro, y demás sentimientos, que lo tienes pero que no se ven materialmente hablando, lo mismo sucede con lo que haces en tu vida diaria en cuanta a la purificación del alma. Muchos dicen que es una locura expresar que, en una oración, o un ayuno, puedas hacer el bien, y que luego vayas con esto a recomponer las causas del mundo y de las personas, pero si lo haces, aunque no lo veas consigue sus frutos. Pensaba hace poco tiempo que orar era una pérdida de tiempo, que todo debía estar sostenido en la ciencia y la razón, sino existía entonces no era cierto, pero me equivoque.
Desde que comencé con mis testimonios de vida, he dicho que había iniciado a realizar ayunos desde el 9 de noviembre de 2020, (un día después de la muerte de mi madre y este siempre será la fecha de referencia para casi todos mis cambios, menos para el espiritual que se dio hace poco unos meses, a mis presentes 34 años), puedo decir humildemente que mi situación es muy parecida a la de San Agustín de Hipona en casi todos los ámbitos (si se leen su libro Confesiones y me conocen un poco se pueden dar cuenta que es así). Siempre realicé esta práctica por cuestiones mentales y corporales, es decir, para tratar de dominar la mente y domesticarla cuestión que conseguí, lo mismo que al mismo tiempo bajaba de peso, en solo 3 meses me quité de encima 20 kilos de grasa abdominal y visceral, si, se había ido, pero aún faltaba algo que pensaba que se conseguía sin necesidad de "alimenta el espíritu", el alma.
Tuvieron que pasar más de 2 años y medio, para darme cuenta que la fortificación de la mente y la vigorización del cuerpo, no son suficientes para alcanzar la pureza (en nuestro caso, la “santidad”), por tanto, era necesario para tomar ese tercer elemento, la "limpieza del alma", que ahora lo estoy consiguiendo y sintiendo cada vez más, ahora que estoy metido de lleno en este último punto siento que estoy en vía, junto con mi novia, o futura esposa (hasta el momento de escribir este artículo) de conseguirlo. No lo veo, pero lo siento, he de allí un ejemplo de como la fe arrasa a la razón o al “racionalismo burdo” el que aún están muchos, desafiando el poder de Dios aún, a raíz de su soberbia (que penosamente no ven por estar en la “Matrix”).
Debemos tener claro que el fin de nuestra creación ha sido al de alabar, hacer reverencia y servir a los propósitos de nuestro creador (de allí la rebeldía de los "ángeles caídos"), lo demás, es "papita", lo que sirve para este objetivo último en consecución de lo que queremos tramitar en nuestras vidas, pero no es en sí, el de ser multimillonarios, tener muchas mujeres, lujos y demás, sino el de “conocernos nosotros mismos”, para luego servir a los designios de Dios, como al prójimo y es con la i) oración y el ii) ayuno lo que nos permite reducir esas voces de orgullo, ira, vanidad, de acumulación de cosas materiales (minimalismo): “Disciplinándonos a través de estas prácticas”.
Desde que inicie con estos ejercicios de hacer oraciones e intensamente (en otro artículo hablaremos de eso) comencé a calar espiritualmente hablando, vi que batallaba a veces con cosas que no me dejaban subir u obstáculos que no permitían seguir esa línea, del que quería que aun siguiera con mi vida pasada, aun renovada con la mente y el cuerpo fortalecido, de aquí para allá, sin ver y escuchar que hay algo más allá, por tanto solo miraba y oía, como muchos otros están ahora, y bien que ahora comprendo de mejor manera, a pesar de las limosnas, ofrendas, buenas obras que hacía y que con el “ayuno espiritual” se puede mejorar, en la cura de tu alma.
Las vías son los medios a la “santificación”, pero este último es el fin en sí mismo. Tenemos claro que la vida es limitada, y que cuando la filosofía occidental comenzó hablar del “alma” como ese concepto inmortal que nunca perece, pero que no sabían encajar, y que bien describían como creación de los Dioses (paganos) por parte de algunos o bien concebida como una devolución del Universo (visión panteísta) desentrañando la noción del "paraíso" o algo así como la "vida eterna" no les cabía en ese momento en la cabeza este asunto, los que creemos ahora en este punto, es que se debe hacer exigible conseguir una “buena obra” que consista no solo en hacer lo mejor en esta lucha, sino también estar llenos de una vida virtuosa con miras a congraciarse con la voluntad de Dios, indistintamente de la religión que profeses.
El ayuno por supuesto es un acicate muy importante para conseguir esa "salvación eterna" que solo es posible con “incomodidades”, "sufrimientos" dirigidas a Dios y aquellos seres espirituales que para estos a su vez no solo te ayudan sino también se teledirigen a esa gracia a los más necesitados, en este caso, por este este medio, no solo se trata de saltarse una o algunas comidas que como tal cuentan, sino también como lo decía San Juan Crisóstomo, deben estar encaminadas a actitudes, pensamientos y deseos que te cuesten, no solo es palabrería sino también acciones, se trata de quitar la dureza en tu corazón para ofender a otros, dejar de juzgar a otros, no hablar mal por X o Y días, no meter la mano en todo, hacer un trote de 10,20 o 30 kilómetros en tales momentos, no tomar cafeína por una semana, dejar de ver porno por meses (aunque deberías dejarlo completamente), se trata todo esto no solo de una “purificación externa”, que es fácil de conseguir (aunque en el mundo actual se ha tornado duro), sino la conseguir la "sanación interior" que solo se consigue de esta manera.
Todo esto se puede solucionar si y solo si pones de tu parte, esto es, con fuerza voluntad, edificando una rutina, como si tratara de hacer una dieta, o componer los sets que vas hacer durante tu día en el gimnasio, de la misma forma como lo haces con las oraciones, cuando te levantas, cuando comes, y le das las gracias a Dios por un día más de vida, prográmate para ver a quien vas a ayudar con tus ofrendas, limosnas, y ayunos en pro de los más necesitados, solo de este modo se podrá ver el valor de amor del Señor en los demás, así no te oirá, sino que te escuchara, y meterá la mano por ti, como tú lo has hecho por él, aquí no se trata de ser tibios (como lo son la mayoría), o ver unas escalas de grises, sino de ser “radicales” con los pensamientos y con lo que se cree acerca de sus ideas con tal de llegar a un punto en especificación claro en lo que se refiere su proyecto y nuestros objetivos para llegar a él, que no es otra cosa que la “limpieza del alma” en consecuención a, la "santificación".
Terminados de leer tres libros sobre el tema aludido, uno titulado, "Lo que debemos saber sobre el ayuno" de Anselm Grün, otro "Ayunemos para vivir menor y salvar el planeta" de Antonio Gentili y el ultimo "El poder libertador del ayuno: Camino de transformación y sanación", escrito por el padre argentino Gustavo Jamut, todos ellos nos invitan a reflexionar sobre esta práctica desde el punto de vista espiritual, de que es, como hacerlo, cuando hacerlo, que se debe hacer cuando se está ayunando, etc.
Lo primero que habría que indicar del análisis de estos textos es que sugieren que realizar ayunos permite "conocerte a ti mismo", y así mismo "superarte" en otros aspectos de la vida que tenías débil, o con flancos delgados que muchas veces están relacionados con pecados mortales y entre ellos los denominados, capitales, piénsese en la "gula" (esta última ha matado más hombres que el hambre dice el Talmud), determinado como el exceso de comida, o la lujuria de deseos sexuales, atiborrados por placeres mundanos -concupiscencia-, todo ello permite un exceso de todo, no solo de lo corporal sino también de lo mental, lo que no nos permite ver que hay algo más allá, de nuestros sentidos.
Como vemos aquí el ayuno no se trata solo de placeres de la boca, sino también relacionados con el oído, el gusto, el placer sexual, auditivo, etc, debemos hacer una limpieza de cosas que nos generan intranquilidad en nuestras vidas, y entre ellas la de los cines, la música inmoral como el reggaetón, como puede ser el abstenernos de ver pornografía, el ser casto y contenernos a cualquier vicio que no estén llevando a la ruina o la miseria. Y esto lo que ha dado el cambio hacia una vida posmoderna, llena de “ataduras culturales” que han dañado lo construido anteriormente por nuestros antepasados.
Por ello que sea plausible no solo hacer ayunos de comida, sino también de "dopamina", de habla, digital, visual, auditivito, táctil, olfativo, no consumista, lúdico y de prisa, estos son los 8 enfoques que determina Antonio Gentili en su libro ya citado (2017, p. 20). Veamos.
Conforme al de la “abundancia de comida” nos situamos a que ya existe desde hace rato con los llamados supermercados, en el cual tenemos acceso todo el tiempo a todo tipo de comida porquería, mayoritariamente, indistintamente de si se puedan comprar o no, pero hasta ahora cosas baratas para que la gente pueda obtenerlo como sea, y sobre todo cuando se trata de esta clase baja de alimentos, (que en verdad no lo son). En este caso el abstenerse de comer (bocado de saciedad y de sobriedad nunca el de gula) no solo es una medida de disciplina para el cuerpo para mantenerlo en forma sino también del alma, lo que en ultimas conseguirá “alimentar el espíritu” que es nuestro verdadero propósito para conseguir la santidad.
El mucho hablar también genera excesos, cuando se dice cosas que no se deben expresar también se peca, por ello que sea importante pensar más y comentar menos, para evitar decir estupideces, el escuchar es un arte y el silencio una fuerza, de esta manera los dos complementan la sinergia perfecta para el sabio, permítete hacer un ayuno del hablar por momentos, horas o días, y que solo cuando tengas que decir algo es que te permitas abrir la boca y que sea preferiblemente para decir verdades, con lenguaje ameno, positivo, evitando así los chismes y comentarios negativos o tóxicos. Debemos ser vigilantes de nuestro propio lenguaje verbal, que sea edificante y también con el no verbal, se habla más callado y actuando que con palabras. El ejemplo siempre arrastra (utilicen la fórmula de Sócrates: si no es útil, ni bueno y ni tampoco verdadero lo que a decir, entonces no lo digas).
Cuando éramos niños nos gustaba más la calle que la casa, ahora en esta era informática todo se ha volcado, queremos estar más en los computadores contaminándonos mayormente que leyendo cosas que llenen el intelecto y el espíritu, las cosas han cambiado en este aspecto para mal, por ello que toque realizar también un détox digital, de lo que significa el minimalismo de las redes sociales.
Es inaudito que en ciertas regiones exista mayor acceso a los móviles que a la misma comida, es real y está pasando ahora mismo, desde el punto de vista virtual todo está siendo remplazado de lo físico a lo telemático, esto con el fin de poder moldearnos a un futuro no conocible, piénsese en el “metaverso” una aversión total para el ser humano de desconocer el presente y de su contacto con la naturaleza. De que nos sirve ahora vivir de lleno en un "autoritarismo digital" si cuando necesitamos de una información que es básica debamos abrir el pc para saberlo cuando por sentido común se puede conseguir, de allí que los invite a que hagan ustedes mismos el ejercicio para no atrofiar el cerebro, de cuando buscan una dirección en la ciudad no abran el Waze o el Google Maps, más bien utilicen la mente para recordar/ubicarse y llegar al sitio, y así en otros sentidos como ejercicios mentales.
¿Cuánto tiempo nos quita el ver televisión a diario, el estar en las redes sociales, y ver estupideces en TikTok?, sobre todo en el acto que caemos muchas veces inconscientemente, por ello que necesites reducir el ver pantallas a menos que sea para instruirte o crecer en tus cosas, de lo contrario te quita algo costoso, que es la vida misma, más valioso que el oro, desde este enfoque pagar Netflix (si te gusta esta suscripción) prepago y no pos pago es una mejor opción, solo para ver cosas específicas, y no crear hábitos de visualización, porque entonces sería retroceder.
Comienza haciendo “ayunos visuales” por momentos, horas, días y así sucesivamente hasta que llegues a conseguir la plenitud. Si ustedes supieran el tiempo que se pierda no más en ver noticias en general, o en Facebook, además de hacer que nos volvamos una “sociedad inútil” en donde te introducen ideas que tu no quieres para tu vida, pensamientos vanos, que inoculan un deseo impuro para tu santidad, piénsese en los muertos, heridos, accidentes (sección judicial) que es lo normal y más impactante que se muestra en los noticieros con tal de crear zozobra en la sociedad porque es lo que se vende, y todas esas ideas te las lleva para la cama y a la familia y son compartidas por otros creando vicios y discordias. Es un juego de efecto domino.
Cuando nos referimos al silencio, al escuchar, pero también al oler o al tocar, la bulla de los bares, discotecas, lo que escuchamos con música inmoral como el reggaetón lo que genera son mensajes subliminales, (una cosa es oír y otra escuchar, pero puede conllevar a este último sino se limita), el cine ahora "inclusivo", como otros aspectos del arte que provienen de este nuevo modernismo (postmodernismo) que de moderno no tiene nada, sino retroceso cultural en la sociedad en que vivimos, es otro de los talanqueras culturales que se están minando en nuestra sociedad ilíquida.
Las compras compulsivas que nos lleva a nosotros a acceder a páginas web de todo tipo a querer cosas que no queremos, que solo nos damos cuenta cuando tenemos el artilugio que no era necesario, inclusive teniéndolo no le prestamos atención o no lo tocamos, ni nada, y aun poseyéndolo, indicamos que no era necesario para nuestras vidas, por ello que se deba hacer realmente un test de conciencia antes de adquirir un bien de servicio, verbigracia en la Antigua Grecia, planteaba uno de los filósofos que para quitarse esa idea se iba por el mercado miraba todo y después cuando terminaba de analizar lo que presuntamente quería se daba cuenta a lo último que no le era necesario nada de lo que había, y luego se devolvía a su casa quitándose este pensamiento de la cabeza. El ayunar de no hacer compras de vez en cuando también es necesario en la sociedad consumista en la que vivimos. De allí que debamos diferenciar entre bienes de confort y de estímulos, siendo estos últimos necesarios para nuestro diario vivir (como el practicar deportes, gym, seguir estudiando, hacer cursos, retiros espirituales, etc).
Dice un dicho: "rápido pero sin prisa" o como decía Seneca, "sin prisa pero sin pausa", en fin, es importante que en tu vida adoptes un modelo de tranquilidad y eso implique que llegue a ver las cosas como son, pero esto se permite desde el detenimiento y el don del discernimiento, como decimos acá en la costa colombiana: "con su avena y su pitillo", uno de los grandes problemas que he tenido en este aspecto es de no saber comer con calma, quiero devorar la comida en un instante, aunque lo disfruto no en la medida que es, por tanto, hago los ejercicios para masticar bien cada bocado, con tal de conseguir esa saciedad o moderación de los alimentos, ahora, pretendo también implementar la oración antes de cada comida, entre ellos me santiguo y también rezo el padre nuestro (como mínimo), esto, como ejercicio espiritual para el alma.
“Se sobrio como un atleta” decía Ignacio de Antioquía, debemos practicar las virtudes a toda costa para conseguir la plenitud o bien la santidad, y la moderación es un paso para ello, y como también lo es la templanza, el valor, la justicia, la piedad, etc, debemos estar alegres por lo poco que tenemos y no por lo mucho que anhelamos, e inclusive podemos decir que de sobra vemos cosas que no son necesarias para nuestra vida, por tanto, dónalas, regálalas, préstalas, en fin, ayuda al prójimo a autorrealizarse, seguramente alguno necesita una cosa más que tú, busca la sobriedad espiritual que con la oración conseguirás al halo perfecto para el desarrollo de esa superación, y que posteriormente serán tenidas en cuenta en la recompensa eterna, entre el ayuno de exceso y la sobriedad, y esta debe ser la regla intermedia.
En resumen, debemos ver el ayuno antes que todo, como una práctica espiritual antes que corporal, es decir de superación y del conseguimiento de la fortaleza del alma, y no solo del cuerpo, o de la mente, aunque también influyen en todo sentido en los demás procesos, lo que en ultimas implica entonces un dualismo, o más bien un trialismo, entre el i) cuerpo, la ii) mente y el iii) alma, lo que siempre hemos defendido desde nuestra filosofía, ahora, neoestoica.
Ya decía Juan Cristómo, y a su vez siguiendo a los monjes ascéticos, y a los del desierto que cuerpo y alma van de la mano, si tú tienes uno en mal estado también en el otro aspecto lo estarás, nadie quiere ir al cielo manchado de algo que el espíritu no contempla, lo mismo pasa con nuestra parte corpórea, se trata del templo del espíritu santo, que debemos cuidar siempre mientras vivíamos (no estar gordos ni obsesos), lo mismo que la mente debe estar impecable fuera de pensamientos negativos, tóxicos y que vaya acordes a la práctica de las virtudes. Ya decía Atanasio: "Mira lo que hace el ayuno. Cura las enfermedades, seca los fluidos restantes, expulsa los malos espíritus, ahuyenta los pensamientos retorcidos, da al espíritu mayor claridad, hace el corazón puro, cura el cuerpo y la mente, y finalmente conduce al ser humano ante el Trono de Dios, lo que a la final produce todo esto grandes beneficios ("abstinentia totum corpus aequaliter purgat")”.
De esta manera para tener un cuerpo sano, yo no solo debo comer bien, ejercitarme y nutrirme según las necesidades (con todas las vitaminas y minerales) sino pensar correctamente todo el tiempo, esto es, virtuosamente, y esto por supuesto que va implicar en el tenor del alma, y de su purificación y por tanto de su santificación. Si no tenemos un cuerpo vigorizado nos va a ser difícil mantener un espíritu fortalecido, con este ayuno según Juan Clisímaco, “vamos a detallar un refreno en el lenguaje, una calma, una obediencia, un sueño liviano, una cura de enfermedades”, como lo dice el Padre Slavko Barbaric: "El cuerpo será purificado y liberado a través del ayuno, nuestro espíritu se va abriendo a influencias positivas, por tanto el ayuno es la oración del cuerpo, y es orar con el cuerpo, ayudándonos a profundizar nuestra relación con Dios y con el prójimo. Y esto es lo único que permitirá conocer las mentiras del mal".
Frente a un testimonio en concreto tenemos que de los pocos ayunos que he hecho espiritualmente hablando, porque la mayoría solo han sido corporales, por cuestiones de nutrición, mentales o de control de peso, tengo que me he liberado de la carga de cosas del pasado, no se ve, pero se siente, cuando lo terminas, cuando dejas a un lado eso que te perturba, sientes a su vez un corazón más limpio de todo tipo de dureza y aspereza, lo que permite de esta manera poder amar al prójimo y ayudar a los más necesitados con piedad y misericordia, esto, frente al trato para con los demás (ahí nos daremos cuenta si lo estamos haciendo correctamente o no -discernimiento-).
Ya lo decía San Serafín de Sarov: "Mientras el cuerpo del ayunante se vuelve ligero y más delgado, la vida espiritual se perfecciona y se muestra en fenómenos sobrenaturales. Entonces el espíritu actúa como en un cuerpo incorpóreo. Los sentidos externos se cierran y la mente, apartándose de lo terrenal, se eleva hacia el cielo y se sumerge completamente en la contemplación del mundo espiritual".
Según Juan Casiano, citado por Grün, indica que el ayuno elimina o al menos minimiza su justa proporción los vicios de gula, lujuria y avaricia, lo que dañan no solo el cuerpo sino también el espíritu santo, nos quita la energía para hacer realmente cosas que debamos transmitir, por tanto, el ayuno es necesario para combatirlo pero también la oración, y las lecturas, ya que como decía Aristóteles el excedente de comida se convierte en exceso de esperma y se acrecienta a su vez el apetito sexual que solo se podrá manejar si eres sobrio y moderado en la comida, en tus acciones, en la bebida, etc para así conseguir la “vigilia de los pensamientos” y conseguir la “morada del espíritu santo”.
Se puede decir que las grandes virtudes se consigue de esta manera y que además de practicarla a partir de la complexión corporal y la fortaleza de la mente, el ayuno permite darle un plus muy amplia en conseguir valores como el de la piedad, la humildad, humillación, el ser misericordiosos, -alejar la soberbia-, etc, ahora si la complementamos con la modestia, la moderación, la templanza y sobre todo con la oración conseguimos una “perfección cristiana”, en cuanto a que automáticamente entraremos en la gracia de Dios, que es el fin en sí mismo, y que ya no es solo el acto de “conocernos a nosotros mismos”, sino el de derrotar todo vicio en contra nuestra del cual nos tiene sometido: gula, lujuria, avaricia, etc. en suma de los malos hábitos. Ya decía San Agustín: "La carne tiene apetitivos que van contra el espíritu, y el espíritu apetitos que van contra la carne. Sin embargo, el espíritu no se opone a la carne por odio sino por su soberanía, pues quiere ver al objeto de su amor (al cuerpo) subordinado a lo mejor".
El ayuno permite decirle a Dios, que quieres salvarte y por tanto que no quieres cometer más inmoralidades o pecados en tu vida, es como si se tratara un acto de contrición contigo mismo, en un hecho llamado de expiación o penitencia, lo que permite establecer un orden, una disciplina entre el cuerpo y el alma, encontrándonos nosotros mismos, superándonos, acompañado de la oración y la comunión, de lo que inmediatamente se consigue la santidad.
Ahora que estamos en consecución no solo de los dones del discernimiento, del dominio propio, piedad, etc, también del espíritu santo podemos obtener lo que se llama el “carisma de la ciencia”, que es el de revelarnos las verdaderas relaciones de la fe, y que ahora puede conseguirse si te son descubiertas, pero solo se podrá conseguir si has sido elegido para este propósito o pedidas fervientemente, y por otro lado por el cambio generado por ello, una vez que estés purificado, y esto se le maximiza cuando practicas el ayuno, obteniendo así de mayor forma los estados puros de la mente, entre ellos el éxtasis, la iluminación de conciencia y las visiones, con relaciones a los misterios de la fe (péinese en la incubatio), ayunando nos hacer ver las cosas ocultas de Dios. Ya decía Filoxeno de Mabbug: "Bebe agua para beber la ciencia del Espíritu Santo y solo come verduras para volverte sabio divinamente, y con moderación para amar sin medida y ayuna para ver". Solo con este ejercicio tus ojos ven más, se vuelve más despiertos de ver cosas sobrenaturales al desapegarnos a las cosas terrenales yéndonos ahora al plano celestial.
Si quieres conocer los misterios de la fe, debes ayunar, ya que no solo cambia así los aspectos relacionados al cuerpo y la mente en mayor complexión de fortaleza en la mejoría de bioindicadores y neurotransmisores, sino pone todos los sentidos más receptivos para clarificar todo, con respecto a lo espiritual y sobrenatural, como diría Carl Jung este permitirá un acceso al inconsciente (cfr. Símbolos de la transformación, citado por Grün, p. 64) y para practicarlo se necesita de muchos ejercicios de todo tipo (que hablaremos en otro artículo) para el desarrollo de la conciencia, la cuestión es evitar la ceguera que es la que normalmente estamos viviendo, y más bien conseguir la "iluminación de la conciencia" a través de Dios (a propósito recomiendo leer el libro de Christine Watkins, titulado: "El gran aviso").
“El ayuno no es una cuestión de estómago sino de corazón” dice San Agustín, por tanto, los alimentos siempre han sido un medio para un fin, no un fin en sí mismo como sucede ahora con la sociedad actual que creen que es estar divertido estar comiendo a toda hora, no, uno se nutre para tener el cuerpo saludable y además para tener energía para poder hacer lo importante: tareas, proyectos, escritos, leer, investigaciones, estar en familia, compartir con amigos, etc.
Para este propósito ya narrados quisiera regalarles una oración corta (siempre antes de comenzar a ayunar) para que la digan verbalmente y en alto, compartida por el padre argentino Jamut y es la siguiente:
"Padre, hoy quiero pedirte, en el nombre de tu hijo Jesús, que me ayudes a bajar el nivel de ruido interior, y de las voces que proceden de las exigencias y presiones exteriores. Abre, Señor, mis vista y oídos espirituales, abre la mirada y los oídos de mi alma para que pueda ver y escuchar los suaves susurros del Espíritu Santo, y sus siete dones, entre ellos el de sabiduría, entendimiento, el de ciencia, y el de revelación. Espíritu creador, Santo espíritu, ilumíname la conciencia, hoy te pido que despiertas en mí el hambre y la sed de la palabra de Dios, todas las verdades de la fe y de toda su presencia eucarística. Padre, revísteme de una armadura espiritual completa para estar protegido en todo momento de los dardos del enemigo y las asechanzas de los demonios. Hoy invoco a los coros angélicos, en especial a San Miguel, a la Santa Virgen Maria, y todos los santos entre ellos a San Benito, al Padre Pio y a San José, permíteme recibir protección de ellos, y, por tanto, hoy, te ofrezco este ayuno que estoy haciendo a tu nombre por mis siguientes intenciones...”.
Cuando realices los ayunos (acompáñala siempre de oraciones) trata de aguantar todo tipo de resistencia física, espiritual, material, etc, en sí, del entorno, por ello que San Ignacio de Loyola, haga claridad en resistirlo ya sea meritoriamente, como cuándo se te cruza un pensamiento negativo precisamente cuando estas orando es que te aburres, o ya sea directa o indirectamente, atacándolo, alargando el ayuno, o distrayendo la mente en otros objetivos, ya decía San Juan Maria Vianney, que “el demonio no le importa la disciplina u otras penitencias, lo que lo molesta mucho son el no comer, beber y no dormir”, por estar intensamente en estos ejercicios acompañado de estas privaciones, lo que se consigue en ultimas es una dirección en nuestras vidas de lo que debe hacerse, sensatamente hablando, honrado de una mayor “conciencia espiritual”, ya se dice en Marcos 9: 14-29 esta clase de demonios solo se puede expulsar mediante “la oración y el ayuno”.
Piénsese en el caso de Daniel, Ananías, Misael y Azarías, que Dios los doto de dones del espíritu santo entre ellos el de Ciencia e inteligencia, en lo relacionado a las verdades de la fe, que es otro carisma conocido por la sabiduría celestial, y del cual el primero pudo también establecer en visiones y sueños de toda circunstancia, del tiempo prolongado de cada uno de ellos podemos ver los que hizo parcialmente ya sea de 10 y otro de 21 días, centrado no en alimentos sabrosos sino nutritivos, todo lo que le corresponda para la salud del cuerpo y del alma, y así lo debemos hacer para quienes no tengan unas buenas condiciones físicas, es decir por los enfermos como sacrificio en favor del prójimo.
Para el Padre Gustavo Jamut, dice que “la diminución de la mastica, acrecienta la mística”. Por tanto, un ayuno (ta´aanat) dice este, sin oración es simplemente: "dieta". Aquí la importante es tener un encuentro cercano con Dios, y del cual significa abatir el "yo" carnal (sarkikos), e incomodar el cuerpo en todo lo que se pueda, y no solo en aspectos alimenticios, para poder conseguir luego la recompensa, de ese sacrificio, penitencia, reconciliación y por tanto la “sanación interior”, de esta forma si la oración se midiera en gramos, el ayuno hace que se vuelvan kilos, por esta vía conseguiremos discernimiento, santidad, y desapego en este mundo ruidoso, como expresaba San Juan Crisóstomo: "Una imitación de los ángeles, un desapego de las cosas presentes, una escuela de oración, un alimento del alma, un freno para la boca, una disminución de la concupiscencia, todo ello trae sosiego de la rabia, la ira, y calma tempestades, clarifica la mente como de la razón, descarga la carne, y quita dolores y contaminación nocturna".
Desde el punto de vista espiritual tal cual como ya hemos dicho, que es lo que he querido mostrarle, cuando está el estómago vacío producto del no comer o no hacer ciertas cosas que nos gusten, al mismo tiempo pareciera que se llenara nuestra alma producto del alimento de nuestro espíritu, es como si entrara ese bocado de Dios, en limpiarte toda mancha que hayas tenido en el paso de tu vida pasada y comenzar a purificarte. De la misma forma, puede ser vista como un sacrificio que va acompañado de oración, la cual permite que otros se salven en cualquiera de su forma, por muy pequeño que sea ese acto, tal cual como lo recomienda la Reina de la Paz, o la Virgen de Medjugorje.