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6 de abril de 2023

EL PODER DE LA MENTE Y DEL LENGUAJE: ¿SE PUEDE ALTERAR LOS ESTADOS MENTALES DE LOS INFRACTORES, DELINCUENTES Y SUJETOS DISCIPLINABLES A TRAVÉS DEL HABLA?


Por, Mario Felipe Daza Pérez

Existen dos libros que todo curioso por la “neurociencia” y la “biología” debe leer, y son (en este orden), i) “La vida secreta de la mente” (2015) y ii) “El poder de las palabras” (2022) escritos por el neurocientífico Mariano Sigman. Estos textos evocan la magia que se esconde detrás de la “mente” en la forma de como la moldeamos, esto, de cómo pensar, decidir, sentir y por supuesto de cómo hablar, recableando así el cerebro a través del poder de la conversación, del “lenguaje” y de la “escucha activa”, desde un punto de vista “neuro-filosófico”.

Para el doctor argentino de 50 años (hasta la fecha de publicación de este escrito), la “soledad” es traumática (lo trata en el sentido de “estar solo”, el de no poder conversar con alguien -no en el sentido filosófico-, porque muchos pueden sentirse así a pesar de estar rodeados de gente, a propósito de esto, pueden revisar las investigaciones del doctor Bahador Bahrami), de esta manera, tener “afectos sociales” y “hablar con los demás”, se torna como una solución palpable para la salud.

Si comenzamos a analizar el primer texto, tenemos que comienza haciendo una “radiografía del cerebro” explicando gráficamente, lo que es el lóbulo frontal (torre de control), corteza motora, parietal (permite desvíos ferroviarios) tálamo, etc., este último es el que regula el “interruptor” de la conciencia (comunica cortezas, si se apaga, desaparece la conciencia).

Se pregunta entonces después de hacer el preámbulo anatómico, ¿cuál es el origen del pensamiento? Para este, la respuesta está desde que se nace, es allí cuando se comienza a hacer abstracciones, y para ello trae a colación lo que Locke conoce como “tabla rasa”, por tanto, no nacemos con una “hoja en blanco” (ya existen funciones establecidas), con el tiempo vemos que no es tan así (es un empirismo a medias), ya que no se nace vacío (según el médico argentino, desde pequeños tenemos pensamientos sofisticados, y somos capaces de formar números y construir una moral, pero al inicio inconscientemente) y por ello que hable de las “neuronas espejo” (imitación) el cual codifica ciertos aspectos, tales como son las “acciones de gestos” por parte de los “babies” (al respecto se puede leer las investigaciones de Ghislaine Dehaene-Lambertz, en especial el artículo: “Neuroimagen funcional de la percepción del habla en bebés”).

Viéndolo así, el “cerebro” se funda como si se tratara de un “sistema ejecutivo”, distribuido en un “andamiaje”, igual como sucede en muchas otras áreas dentro de la geografía (radiografía) del mismo, por lo que siguiendo con el argumento del parágrafo anterior, nuestra “red neuronal” está preparada desde temprano para utilizar el “lenguaje”, de hecho, desde que nacemos lo hacemos, se pone de ejemplo a “los niños salvajes” que aprenden habilidades desde temprano (gramática, palabras, fonemas) igual como las hace un citadino común y corriente, si no fuese así no se explicaría este fenómeno, esto, a diferencia de cuando ya somos adultos, que lo hacemos a través de la “consciencia”, como aquella personas que habla varios idiomas, a esta se le media la activación de más áreas cerebrales, -tiene mayor densidad de la materia blanca-, entre ellos los “axones”.

Ya tenemos analizado hasta ahora, que el i) “poder del lenguaje” (igual como propone Antonio Damasio) es propio de los seres humanos, esto, desde que nacemos, pero también existen otros constructos, como lo es, el ii) “razonamiento lógico” y la iii) “moral” que es propio de nosotros los “homo sapiens” (lo mismo sucederá para alguien que haya nacido hace 60.000 años).

El autor hace hincapié casi siempre al primer elemento, y de esto deviene que haya publicado su otro texto que ya hemos relacionado en este escrito sobre “el poder de las palabras”, pues para este, la conversación esta instrumentalizada a través de la “fuerza del lenguaje” (en cualquier de sus formas), esto, porque sirve para transmitir “el habla”, que bien repercute en el “afecto social” y la “educación” de los niños, por ejemplo, alguien que haya crecido con este tipo de tratamiento, el cableado interno del cerebro va a ser diferente a quién no lo ha recibido. Veamos.


De este modo, las “experiencias sociales” para uno de los artífices del programa de "Toma de decisiones" del proyecto Human Brain Project resulta vital, entre ellos, los “besos”, “acaricias”, y las “palabras” ya que sirven de sustento para dejar una base para el “crecimiento del cerebro”, adecuadamente, de ello que suma lo “biológico” con lo “social” este último es quien lo esculpe, decidiendo que hacer con nuestra visión, ya sea de manera “conservadora” o “arriesgada” -libertaria-, mejor dicho, somos “decisiones” incluyendo las “corazonadas” que bien hace parte de lo “intuitivo” (de hecho a partir de este último se puede encontrar el “amor”), de allí vienen otros fenómenos como el de la “confianza” o el “optimismo”.

Una vez explorada la “geografía” del cerebro tenemos que la teoría de la mente se forja en este primero, teniendo como importancia la parte temporoparietal derecha, su localización es la que lo hace notorio, de allí que cobre sintonía los argumentos sean racionales o emocionales, como forma de intervenir (hackear) su manejo, esto, conectando en últimas la cultura y el cerebro como si fuera un bucle.

Es claro entonces que el cerebro (hardware) construye la realidad a partir de la mente (consciencia) -software- y así determina para nuestro caso el aspecto jurídico si se quiere de una “inconsciencia de la ilicitud del infractor”, para el autor, el “libre albedrío” es un poco poroso, porque toda actividad de la mente es “inconsciente” (al menos la mayoría), y lo que queda del consciente (es un testaferro, un intérprete, un narrador) son “chispazos del primero”, que en últimas lo puede dominar sin darnos cuenta (recordar el experimento de Libet). De modo más simple es el “cuerpo calloso” quien coordina esta transición, de lo que pasa con el “lenguaje”, “emociones”, “morales”, “decisiones”.

Siendo el “cerebro” el “preludio de la mente”, y que da como resultado ese “bucle de la consciencia”, y que inclusive puede ser leído en “pacientes vegetativos”, a través de la “resonancia magnética funcional”, aparato que permite examinar estos estados a gran escala (piénsese ahora en las neuropruebas), lo que hace notar que si entienden cuando se les habla, a estos, como a los bebés. Veamos.


En últimas entrar a la mente de un bebe, recién nacido, o de personas vegetativas ya no es problema para la ciencia debido que podemos entrar a su consciencia a partir de herramientas como el de la “resonancia magnética funcional”, por tanto, hoy en día podemos apagar, encender, leer y reconocer esta “consciencia” con creces (ahora piense para el aspecto judicial utilizarlo).

Sí la conciencia se puede manipular, y alterar sus estados, ¿cómo podríamos tener una especie de interruptor? porque es que ni siquiera dormidos nos apagamos, quedamos en sueño REM (movimientos oculares rápidos), como las siestas cortas que también son importantes para la consolidación de la memoria. Ahora, yéndonos al “lenguaje” tenemos entonces que podemos aprenderlo como expresa el profesor Larry Squire de “forma declarativa” (memorizando reglas, instrucciones) de “forma consciente” (también habla de la implícita y explícita, esta última la diferencia en semántica -conocer- y episódica -recordar-) o “no declarativa” -inconsciente- (hábitos, destrezas, etc.), por ello que el “novato” (perezoso) y el “experto” (disciplinado) en algún tema tengan circuitos cerebrales totalmente distintos, y todo ello se hace con “práctica, esfuerzo, disciplina, motivación, determinación…” (al respecto se puede leer un artículo en especial de este último autor mencionado: “La memoria y el hipocampo: una síntesis a partir de hallazgos con ratas, monos y humanos”). Veamos.


Para sintetizar, es el “cerebro” y “nuestro cuerpo” los que se dan siempre cuenta antes de las cosas que suceden, y dan la señal para que nosotros tomemos las decisiones “propicias” en nuestras vidas, antes que se nos conviertan en “consciencia” (por ejemplo en alguna calamidad), por ello que sea importante la alarma de estos, (inteligencia somática) con tal de sobreponer las cosas que haya que hacer para evitar algún error, de este modo, la “intuición” termina en nuestro caso en el plano de las deliberaciones que tomamos a diario.

En estos casos ya es posible 10 segundos antes de que se determine una acción saber que se va a decir, pensar o hacer (estados mentales), descifrando su movimiento desde la corteza frontal, que seguramente esto, al futuro tendrá riesgos o peligros para la humanidad, pero es incierto, ya que los pensamientos pueden que ya no sean tan íntimos o privados como creíamos, por este motivo que se hable desde ya del derecho humano de la “libertad cognitiva”.

La corteza, ya sea de la forma “ventral” o “dorsal” (como vimos en la imagen arriba), se organiza en un “aprendizaje”, esto, cuando se transfiere de una sistema a otro, ya ser de la forma lenta o rápida (piénsese en el texto de Daniel Kanehnman), teniendo en cuenta a los “procesos mentales” si se quiere de los infractores, delincuentes, disciplinados, comenzando a compilar la información creada, la cual lleva esfuerzo, automatizando todo, incluyendo los hábitos, entre ellos la lectura por ejemplo, la escritura, el ejercicio, de allí que venga nuevamente el lenguaje, como función desde el nacimiento en ser acogido, del cual también se generaliza (captcha), en esa plasticidad, construyendo así un “palacio de la memoria” y todo ello se enseña a partir del “lenguaje”, no solo del habla sino también del cuerpo (gestos, señales, movimientos). La soledad (en el sentido de no hablar con nadie) degrada la autorregulación y la parte frontal y dorsal del cerebro.

Lo que se propone entonces es que todo cambio que se quiere hacer en la vida, se debe conseguir con ganas, mantenemos casi la misma forma de aprender que cuando éramos niños, lo que pasa es que nos baja la motivación, por esta situación el Dr. Sigman propone una forma correcta de adquirir ese conocimiento es a través de las palabras, correctamente por medio de las conversaciones, tal cual como se hacía en la antigua Grecia, con intercambio de ideas, conferencias, charlas, y esto es la “escucha activa” la cual ayuda a pensar e inclusive para ellos que les guste violar la ley.

Si comenzamos a analizar distintas investigaciones que se han hecho entre ellas la de Social Psychological and Personality Science, titulado: “Las experiencias positivas en relaciones cercanas se asocian con una mejor salud física” se estimó que las “relaciones sociales y personales” cercanas tienen una importante forma de cómo se gestiona tu cuerpo, influyendo de esta forma en la salud física y mental y por supuesto tus pensamientos. En resumen, soledad convoca soledad, según Sigman, siguiendo al neurocientífico iraní Bahador Bahrami, atrofia las regiones cerebrales que regulan la cognición social aumentando la demencia, la ansiedad, depresión, etc. y esto por supuesto puede tener repercusión en la conducta de los infractores, delincuentes o disciplinados. Diría que toca si o si aumenta la “oxitocina” y “vasopresina”, con afectos y conversaciones para con otros, por ello que la biología sea importante para tratar estos problemas legales.

En otro estudio realizado por la Universidad de Viena y publicado en Psychological Science, titulado: “Regulación Homeostática de la Activación Energética Durante el Aislamiento Social Agudo: Evidencia de Laboratorio y de Campo” se encontró que las personas que experimentan aislamiento social durante 8 horas informaron niveles más altos de cansancio. Los hallazgos sugieren que la baja energía puede ser una respuesta humana básica a la falta de comunicación social. La evidencia muestra que la falta de contacto social induce una respuesta de deseo en nuestros cerebros comparable al hambre, lo que nos motiva a reconectarnos. La hipótesis relacionada con la "homeostasis social", por tanto, de allí que digamos que la falta de libertad de los prisioneros puede que no sea la mejor solución a estos problemas, porque crea otros.

Para Mariano, el “conversar” es un “arte” ya además de ser un derecho humano, como lo es la “libertad de pensamiento”, ahora de “expresión” que inclusive deben tener los reclusos o los disciplinados, y esto nos sirve para “tomar mejores decisiones”, debido al cambio de opiniones que surge entre los participantes, teniendo en cuenta que tenemos límites, entre ellos el de ignorancia, ya que no estamos para saberlo todo.

De este modo, la claridad de la memoria no es tan fácil de conseguirla, ya que es caprichosa por lo que a todo momento toca “editarla”, tal cual como lo hacemos con este artículo, ya que fue una decisión del suscrito si escribía o no sobre el autor de referencia anexando temas jurídicos, esto, en cuanto a la creatividad que tenga de poner nuevas palabras al libelo, rediseñando en este en este escrito lo que presuntamente quiso decir el autor según mi interpretación, pero que en ultimas usted también tendrá la decisión de leerme o no, o sino de leer directamente el al Doctor Mariano Sigman, con tal de verificar si lo que digo aquí es falso o verdadero.

Y aquí nos detenemos un poco, ya que la “memoria”, igual que las “habilidades” se ejercitan, como es el caso de la “disciplina” (que ya hemos hecho referencia en otros escritos), pues, la vida no se trata como la película “Matrix” dice el autor, que se pausa para cambiar la realidad o bajar un programa e introducirlo en tu mente (ojala fuera así, pero no lo es -al menos no hasta ahora-), aprender un idioma o un arte marcial requiere de compromiso, esfuerzo, prácticas, dominio de conocimientos (hilvanando, no con repeticiones, sino con “creatividad”, recuerden las charlas y textos de Ken Robinson), como sucede con las otras áreas que quieras estudiar, ya sea a nosotros mismos, el derecho, historia, filosofía, neurociencia, etc., y todo ello se lleva a cabo, en resumen, con el buen uso del “lenguaje” (en sentido amplio) convirtiéndonos en unos “arquitectos de nuestra memoria”. (Se puede leer al respecto el trabajo de Roger Brown y David McNeill, referido al “fenómeno de la punta de la lengua”).

El neurocientífico argentino es insistente en sus dos libros en manifestar que los bebés nacen con fundamentos sobre matemáticas, moral, y vínculos sociales (sabiendo esto, son aspectos que se pueden trabajar desde con los delincuentes, infractores o disciplinados), es decir, no nacen con una tabula rasa, como pensaba Locke (tema que ya ha sido tratado por Steven Pinker en uno de sus primeros textos famosos escrito en el 2003), por eso desde pequeños que debamos “entrenar la memoria”, tratando de conectar imágenes, historias, (utilizar la creatividad para esto), ya que está compuesta por un “cuadro” fisiológico, verbal, escritural, comportamental no por una foto, que bien ahora se puede editar en todo momento, la cual, en últimas nos identifica como somos, igual sucede con las emociones, en tratar de describirlo como ese espacio que rellenar por medio del “poder del lenguaje” (expresiones según la cultura de cada país).

Lo que nos trata de decir el autor una vez más, es que nos toca saber escoger las palabras correctas y siempre positivas (porque eso te identifica), hasta me atrevo a decir, a tomar el comportamiento adecuado, e incluso socialmente hablando en cuanto al mensaje que da a la sociedad que sea ideal, de cómo estar vestido, de tener una buena complexión física, poseer una actitud espléndida, un estado de ánimo acorde, y todo eso hace parte del lenguaje como “poder” sobre todo cuando recurrimos a él en las conversaciones con las otras personas e incluso en cuanto al tema emocional (e incluyo aquí, el “somático”).

Algo que debemos saber y grabar es que el cerebro no distingue entre ficción y realidad, para él nuestras expresiones corporales se refleja según lo que sentimos, esto quiere decir que debes vivir conforme tal cual como lo decían los estoicos: “interpretando los juicios como se den las cosas” (parafraseando a Epicteto), esto es, aprendiendo a vivir con los problemas arraigados ella, por ejemplo, con el miedo (controlándolo), con la ansiedad, estrés (minimizándolos), etc.

Si bien la soledad no lo es deseable y menos para el delincuente, infractor, o disciplinado porque esto lo hace peor, tampoco es que vayas a estar con el primero que veas por ahí, también existen personas negativas con las que no debes estar, porque la cura se convierte en la enfermedad, lo que significa es debas estar con alguien que sea productivo, virtuoso, con entablar el hablar, y así poder compartir, éxitos, logros, e incluso adversidades ya sea por motivos egoístas, altruistas, para enseñar, etc., fuera el motivo que fuese, siempre di lo que tengas que decir, eso servirá y eso hace parte del “coraje” como “virtud cardinal” “estoica”.

Sigman relata y pone de ejemplo varias veces el “caso de Michael Montaigne”, del que tuvo que estar en “soledad” a lo largo de 8 años y “hablar consigo mismo”, ya que cuando conoció a De La Boétie, no pudo intervenir mucho con él, porque murió joven. Pues, lo que quiere decir el científico es que seamos “minimalistas”, practicando la gratitud, no alimentando la vanidad, siendo afectivos (como cuando le damos la mano a alguien, todo cambia a mejor cerebralmente hablando, esto, visto como combustible para el desarrollo del mismo), y para ello menciona al “epicureísmo” y a “Nozick” (minarquismo), en cuanto al concepto del “hedonismo racional”, en suma, practicando la auto compasión (mindfulness), terminando siendo ecuánime, equilibrado, amable, etc.

Para ir finalizando, puedo decir que es curioso, que su último texto indica que se debe tratar de conversar con los demás, esto, de no estar solo, en cuanto al “afecto social”, pero termina apoyando la idea de “conectarse con uno mismo”, y para ello, sugiere el método que propone el también neurocientífico “Sam Harris” en lo relacionado a la “meditación” en especial de la “técnica budista” ahora occidentalizada llamada: “mindfulness”, por tanto, propone “conversar contigo mismo”, “tratarte como un amigo”, con compasión, mejorando tu relación emocional, pero para ello debes practicarlo, abrazar, y decir todo lo que te hará sentir mejor.

Puede que el “poder de la mente” se refleje la mayoría de las veces en la “fuerza del lenguaje”, incluyendo la de los infractores, delincuentes o disciplinados, pero este se hace útil cuando es accesible para los demás, precisamente para evitar todo tipo de conductas delictivas, administrativas o disciplinarias, por ello que haya hecho énfasis el argentino en describir y aprender a través de las ideas, pero conversando, de esta manera que sugiera este utilizar el método del premio nobel Feynman, de la enseñanza de allí que se refleje la claridad de sus palabras y esto se hace pensando en procesos mutuos en que el interactúan varios actores, mencionando a Séneca: “docendo discimus”, “enseñando es que se aprende”.