Por, Mario Felipe Daza Pérez
Siempre había escuchado a lo largo de mi vida de "retiros espirituales" pero nunca había asistido a uno, pues, no creía en esas cosas, decía que era inútil. Tenía de presente más bien, que antes de tener un cambio radical en la vida, esta solamente fuera posible en los aspectos mentales y corporales dado que estos expresaban la realidad del mundo, y que por tanto no era necesario "alimentar el espíritu", porque eso "no existía". Y como todo, la vida da vueltas y puede que los planes que tu tenías preparado para ti también se giren en cuanto a lo que el “Destino” (Dios) se refiere.
Se puede decir que he pasado a lo largo de mi vida, hasta estos 34 años de edad por varias “etapas espirituales” inocuas, sin llegar a conocer lo que realmente significa "salvar el alma" (que bien trataremos más adelante en otros artículos con mayor detalle), era un total incrédulo de la "palabra de Dios", pensaba siempre que el tiempo que dedicara a ello podía hacerlo para formarme como "jurista" o en otras actividades relacionadas a "mis intereses" o que fueren importantes pero no definitivas, por tanto era un poco egoísta (en el sentido negativo de la palabra) y lo será si no comparto las "experiencias místicas" que he tenido y que bien ha servido últimamente para mi "mejora espiritual" y de otros como "instrumento".
Desde que nací, mi madre me crio con base en una “formación cristiana” en el seno de una “familia acomodada”, podemos decir que nunca me falto nada, a diferencia de otros diré que fui un “afortunado”, aun así, no lo puedo expresar en cuanto al "mundo espiritual", ya que a pesar de que ella era considerada como una "católica ferviente", que iba a misa todos los días de su vida, oraba a las 3:00 a.m. diariamente, practicaba la misericordia, piedad y demás valores y principios, etc, no llegue a compartir su misma visión de ver las cosas, hasta ahora, es decir, hasta cuando lo comprendí (Dones de la Ciencia, del Entendimiento y de la Sabiduría).
Muchos de los estudiosos, -como me considero- creemos que no necesitamos a Dios en nuestra vidas, porque somos "autosuficientes", y eso como tal "no existía", o al menos en mi caso "no me interesaba" hasta hace poco, pues consideraba que eran temas baladís, y que habían asuntos más importantes que tratar en este “mundo terrenal”, lo que no sabía era que estaba "desvaneciendo el alma" poco a poco, esto, en contravía de la "santidad", o de la "gracia", y esto se lo digo por diversos hechos que me han sucedido y que aquí no voy a mencionar (quizás luego) pero entre ellos "eventos sobrenaturales".
No se puede decir a ciencia cierta si mi madre ya fallecida me ayudo a ese cambio o no, pero lo que si puede expresar es que esa “mejora” hizo progresivamente "conocerme mejor", en cuanto al tema que me faltaba que era el de la "espiritualidad", ya que desde que murió ella, el 8 de noviembre de 2020, comencé a cambiar la i) mente (ayunos, incomodidades, estoicismo) y el ii) cuerpo (ejercicios aeróbicos, ejercicio anaeróbicos, deportes), creyendo que tenía la plenitud (o la ataraxia) en mis manos, siempre fui consciente de que faltaba algo, pero ese algo nunca llegó, creía aún más que se obtenía con más gimnasio, salidas con supuestos amigos y más lectura, pero no fue así, lo que faltaba era "alimentar el alma".
Normalmente cuando se habla de "alma" o "almas", el quid es tratado desde la filosofía oriental, pero sobre todo en la occidental, con los "sabios de Grecia". Los que llegan a estudiar el tema, definen la misma como un estado "inmortal" e "imperecedero" y que a diferencia del "cuerpo" este ultimo termina siendo finito y limitado, siendo así, no puede permitirse entonces descuidar una cosa o la otra, esto, sin poder alinear las otras dos, por ello, que sea defensor del "trinomio: i) cuerpo, ii) mente y iii) alma, al "estilo san agustiniano", por tanto, no es posible tener una “espiritualidad” plena sino se ejercita a su vez la "mente" y el "cuerpo" (obtener un “templo purificado” es el fin), tal cual, como muchos de los religiosos fallan, creyendo que sus problemas se deben a eventos espirituales y el 90% o más corresponde a “síndromes psicosomáticos”, y por ello claudican.
Desde mis varios “niveles metafísicos” que he tenido, uno tratando de ser religioso por imposición por parte de mi madre, la cual no sirvió, otro de tratar de ser ateo, pero que tampoco funciono, porque no creía justificable este argumento, por tanto, termine siendo por un tiempo deísta, es decir, en pro de la existencia de Dios racionalmente, criterio que abandone después, y por ultimo por largo tiempo resulté siendo agnóstico y escéptico, determinando no tan importarme tratar estos temas, dedicándome solo a aquellos asuntos que conciernen a la "salvación de la humanidad" no sabiendo que "el salvado tenía que ser yo", pero que tan equivocado estaba.
Fue hasta hace poco, más o menos por allí el 1 de mayo de 2023, el día del trabajador, o un poco antes cuando comenzó todo, sentado en mi escritorio precisamente escribiendo un artículo sobre algún u otro tema que ya no recuerdo, se me da por asistir a misa inconscientemente, la cual dio a lugar a que me pasara a su vez de allí en adelante (aunque antes también había ocurrido muchas veces otras cosas) varios "sucesos sobrenaturales", y esto por consiguiente me hizo pensar, que existe algo más allá del "racionalismo absoluto" que tenía en mi cabeza, lo que he tratado ahora de mezclar con la "fe", ya que existen cosas más allá que están fuera del control de la mente del ser humano, y que no podemos explicar y que no había conocido antes por “mi soberbia” de ir “en contra de su voluntad”.
Estos ciertos eventos (que no menciono ni desarrollo aquí, quizás después), hizo que me "convirtiera" en "cristiano", esto sin dejar atrás las cosas que ya había estudiado, entre ellos el "estoicismo" (fue el hall), que lo considero la “antesala” a la “teología cristiana”, por ello que haya nacido en el siglo XVI el enfoque "neoestoico" y que bien ahora nosotros resurgiremos en la mezcla de la producción de una “filosofía estoica adecuada” en sintonía con la apologética de esta esta especie abrahámica (al estilo san agustiniano o tomasino).
Desde este lado oscuro de la vida no sobra decir que "estaba ciego" y "vi la luz", y muchas cosas de las que creemos saber en verdad no se puede entender ni decir por aquí, y fue esto lo que me hizo abrir los ojos, precisamente estos relatos me hacen acordar del Apóstol Tomas, que no creía y Dios le dijo, "toca aquí en el costado o en las llagas" (una vez resucitado), para que creas, luego que lo hizo, este expresó: "Señor mío y Dios mío" a, lo que Jesús, contesto: "Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído".
Infortunadamente yo “tuve que tocar llagas” para creer, esto debido a mi “racionalismo burdo”, del cual no creía otra cosa más que la ciencia de la naturaleza, todo lo que no se pudiera probar o al menos falsificar, o demostrar alguna u otra hipótesis, no me interesaba, en este caso Dios me hizo ver que hay algo más allá, que lo palpable en este mundo, que no solo son los libros y lo que puedas tu demostrar en esta tierra, lo que me ha hecho él es cambiar muchas ideas en mi vida. Por lo tanto, ahora, decidí estudiar desde ese día a fondo esa "advocación" o aparición, con tal de encontrar las "verdades de la fe" (Don de la Ciencia), sin llegar a descuidar también los otros temas que nos interesan.
Comentándole a varios de mis amigos lo que me había pasado consecutivamente, tuve la osadía de contarle a algunos, (no a todos, porque no se puede), muchos de ellos, -creería que la mayoría-, me creyó, y también tuvieron, -me dijeron unos cuantos- luego de eso, encuentros cercano con estos sucesos, pues, unos de estos han visto ahora la vida de otra manera, esto, no significa que me puede considerar como un "profeta" o un "vidente" de las “cuestiones místicas”, porque no sé si tenga esa "gracia", lo que si puede decir es que es mi misión en la tierra es mucho más amplia de lo que yo creía.
Queriendo saber más, viendo videos en YouTube a toda hora y leyendo, y ahora rezando y meditando desde el enfoque "crisitiano-catolico", estaba ávido de saber que era lo que me pasaba, si bien cada vez me siento más cerca de las “verdades de la fe”, creí que necesitaba más, y por tanto, en una de esas charlas que tuve con un amigo le conté el tema, y lo que hizo este fue que sin avisarme me pagó un "retiro espiritual" que bien quería hacerlo, pero no sabía cuándo, y lo que él hizo fue lo que tenía en mente hace tiempo pero sin ejecución, que encarecidamente él lo materializó, y lo consiguió no solo a través de su acción, sino por voluntad de Dios, que a la final era la añoranza de mi Señora Madre antes de morir, hacer que me convirtiera, la cual consiguió (aunque no quisiera, ya que sume todas mis fuerzas para que eso no pasara).
Ya metido en este cuento y no queriendo salir de esto, me pareció fabuloso y me encuentro ávido de más, por tanto, espere el día con ansias de ese "gran retiro espiritual", que a diferencia de muchos otros que no quieren hacerlo a voluntad propia, les da pereza, se inventan excusas o dan justificaciones para no ir, algunas atribuidas a ellos mismos, y otras al "enemigo", eso conmigo no pasó, en todo caso sin mezclar lo uno lo otro, lo que puedo expresar es que esta experiencia es única para aquel que quiera “transformar su espíritu” y por tanto "alimentar su alma" hacia la salvación, decisión que tome desde el 1 de mayo de 2023 (aprox).
Una vez matriculado y esperando el gran día de este suceso, el evento se llevó a cabo del 30 de junio al 3 de julio del presente año con la organización católica llamada: “Lazos de Amor Mariano” en una Finca denominada: "La Misericordia", (si bien existen otros retiros cristianos y católicos este fue el que me inscribieron) allí tuvimos muchos actividades en el cual probaban no solo el alma como si se tratara de un test, sino también el "cuerpo" y la "mente", fue así, que solo podíamos dormir entre 4 a 5 horas diarias, no pude hacer ejercicios, nos acostábamos muy tarde y nos despertaban temprano, el dormitorio era compartido y las camas no muy buenas, -era más duro que una actividad militar-, no teníamos en esos días celular ni comunicación alguna, -sin distracción-, no se podía ni siquiera casi levantar de la silla, ni quedarse dormido porque te levantaban, si te perdías te buscaban, las comidas eran a deshoras y muy limitada, y así mismo las charlas y oraciones muy intensas, o rezabas o rezabas, y como quedaba en un sitio recóndito no te podías escapar.
Puede que muchos de los que estuvieron allí, hayan ido obligado por familiares, amigos o conocidos, pero lo que se puede decir es que muchos de ellos ahora les habrá cambiado la vida por el bien de sus almas, en contra del pecado y en salvación suya. En ese sitio no solo se “alimentó el espíritu” sino también se fortaleció la mente, y se vigoroso el cuerpo a pesar de no haber hecho ejercicios corporales. Estas son cosas que nosotros podemos tratar desde ya con incomodidades, entre ellas, las que tanto anhelamos que en últimas son las que nos alivian las penas, por ejemplo, no tuvimos acceso durante esos días a las "redes sociales", de allí que pudiésemos practicar el "minimalismo o el olvido digital", y ninguno tuvo ansiedad por ello. ¿Ven que si se puede?
De varias cosas allí vividas, podemos mencionar muchas, gente llorando, personas liberadas, exorcizadas, alegres…, lo que a la final vimos fue corazones limpios y puros con ganas de salir adelante espiritualmente hablando, y la cual nos fuimos con la idea reforzada de que, si se puede conseguir la armonía entre i) cuerpo, ii) mente y iii) alma (como lo consideraba de la misma manera Santa Hildegarda de Bingen), lo único que tienes que hacer es abrirte a Dios, él te lo concederá y lo obsequiara, lo demás será voluntad tuya (libre albedrío).
Ya para terminar, en suma, los “retiros espirituales” son como “gimnasio almáticas” en el cual las personas van a recuperar su fe, su esperanza de creer en sí mismo, a través de Dios, aquí la cuestión no es decir lo que fue, sino de vivir lo que se sintió, contarlo es una cosa y gozarlo otra, si llegaras hacerlo te prometo que tu vida cambiaría por completo, no pierdas el tiempo, dice un dicho: “El tiempo perdido lo lloran los santos”, ve a uno y supérate. ¿Quién es como Dios? ¡Nadie es como Dios! (repite esta jaculatoria 3 veces y fuerte).