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5 de mayo de 2024

EL CULTO A LOS "ÍDOLOS" ("EIDOLON"): ¿CÓMO SALIR DE LOS ESTADOS DE IDOLATRÍA? (PROSKYNEŌ)



"No habrá para ti otros dioses [ídolos] delante de mí”. - Éxodo 20:3.

 

"Cuando el sabio señala la luna [proskyneō], el necio mira el dedo”. - Proverbio oriental

 

 “Cuando se mueren los apegos [idolatría] nace la libertad”. - Anónimo

 

Mario Felipe Daza Pérez

@mariodaza

 

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Tratar el tema de los "ídolos" quizás esté un poco distorsionado dentro de la literatura espiritual y teológica, ya que muchos de los "protestantes" se basan en la misma falsedades/mitos, ya descartados, de las supuestas esculturas, o cuadros religiosos, ya sea de Maria, Jose, hasta del mismo Jesús, para expresar que los que se sientan o arrodillen al lado de ella, son unos “idolatras”, pues, este tema está más que superado pero aún insisten en la misma falacia, pero lo que no comprenden por no leer estos y otros la tradición escrita (sagradas escrituras) o la tradición oral (los padres o doctos de la Iglesia), como el magisterio, no ven o escuchan sistemática y finalisticamente la cuestión verdadera. Más bien su “crítica” va por otro lado, y es más que “egocéntrica”, metafóricamente lo que se quedan es mirando el "dedo", y no la "luna", cuando todos sabemos que la "palabra de doble filo" tal cual como es la "Biblia" se refiere al “eidolon” como vicios, pecados, a lo mundano [idolatría], a la preferencia de los hombres sobre las cosas de Dios, (véase, el caso de Becerro de oro en Éxodo 32:4-6 o el robo de Raquel de los dioses a sus padres en Génesis 31:19).

 

La “veneración de imágenes” (icono dulía) se refleja “oficialmente” en el siglo II d.c en las catacumbas en Roma, cuando el "cristianismo" era perseguido, si bien sabemos que la religión oficial en esa época era el "paganismo", (algo así como el “old-era”), fue con el Concilio de Éfeso, en 431 cuando en verdad se desarrolla una doctrina sobre el culto a los santos, y entre ellos a Maria, José y Jesús, cuestión que quedó en duda, ya que los romanos lo hacían de antemano con Artemisa, Hera, Isis, etc, lo que quedó fue transformado esa transformación (no solo en su forma sino también en su contenido), en este aspecto, Juan Damasceno nos expresa en su propio tratado sobre este tema que el mismo "Jesucristo" cuando vino al mundo, se mostró como una representación, una imagen visible de Dios, cuestión que también ha quedado aprobado en el Concilio Ecuménico en Nicea VII en 787, y así muchos fueron perseguidos por estos hechos, como San Lorenzo diácono de la Iglesia de Roma en el siglo III.

 

Podemos definir la “idolatría”, siguiendo a Antonio H. M. Gruyters como “adoración de un ídolo como si fuera Dios”, en cuanto convertimos esas "imágenes” o “esculturas”, idolatras en un ser superior en sí mismo, lo que la Biblia nos trata de decir, y expresa Santo Tomas de Aquino, es que las "imágenes" cumplen tres (3) funciones en el sentido correcto:

 

i) Instrucción de los analfabetos

ii) Recuerdo los misterios de la salvación y testimonio de la vida de los santos y

iii) Medio de avivar la piedad y la oración

 

Según el mismo autor el rechazo de esto no fue tanto de Martin Lutero, reformistas revolucionarios, sino Juan Calvino (p. 10), un judío protestante (ver, Hirschman y Yates, en el capítulo The Religions of Scotland: Did Presbyterianism Have Crypto-Jewish Origins?) que al igual que el primer crítico del catolicismo citado tenían una versión crítica frente a estos postulados ya definidos, de la que decían que constituía una "idolatría pagana" y esto era algo más alejado de la realidad, finalmente porque su forma y contenido no era el mismo, aun así, esta afirmación se acabó cuando en el Concilio de Trento terminó esta discusión en 1563.

 

Estamos claros, que el antiguo testamento prohíbe la "idolatría", mirado esto, en el contexto de los mandamientos del Señor, la cual restringe cualquier representación de cualquier criatura (Éxodo 20), pero este "impedimento" ante todo, debe entenderse en la coyuntura en el que fue hecha, pues, sabemos que los “hijos de Dios” (Israel) salían de Egipto, —entre ellos Jose—, y estaban desorientados de todo lo que habían visto y "mal aprendido" de esta "cultura egipcia", entre ellos la “adoración de ídolos”, como la que se representa en el "becerro de oro", la cual fue difícil alejarse asi no más, los “judíos” habían perdido contacto con la verdadera fe que había transmitido desde Abraham, el primer patriarca, con respecto a la relación de la naturaleza humana con la divina.

 

Por otra parte, para que noten la diferencia en forma y contenido, fue el mismo Señor (ver, Números 21:4-9) el que mandó a hacer una “serpiente de bronce” para curar en un "estandarte" (una imagen) -no para que fuese adorada-, esto lo hacía para que se sanasen de los que habían sido mordidos por este animal rastrero, y expresó que tan solo con la mirarla -veneración- se curarían. La "idolatría", hace representación a la “latría” pero de "dioses falsos", y al pecado relacionado a este hecho que está conectado al primer mandamiento, es allí que Moisés (pues no puede ser alguien quien escriba la ley y la transgrede, como paso tambien con Jose ante el “tabernáculo”, ver Éxodo 33), hace esta representación para aquellos "israelitas" (hijo de Dios) que tenían fe, rezando, mirando la “escultura”, en “estado” de “proskynesis”.

 

Es sabido que Cristo, antes de ser conocido como "hijo de Dios", quiere ser este mostrado como "hijo del hombre" o “hijo de David”, debido a su alto grado de servicio, humildad, caridad para la humanidad, de esta misma forma, nos quiere visualizar, su condición no divina sino humana, la cual considera más importante que la primera, quiere hacerse parecer ante los demás (imagen y semejanza) como alguien "amoroso", despojándose así de todo tipo rango superior volviéndose un esclavo pero del "amor", todo sabemos lo que resultó en los hechos finales de la Santa Cruz. Este acontecimiento lo quiso mostrar para que veneraran con “La Verónica” (“Vera icon” -verdadera imagen-) el “ícono” de su “Santo Rostro”, pues qué estampado a su imagen en una tela o paño, y así sucesivamente, en la “Santa Faz” (vease, Manoppello, Alicante, Milán, etc) para que podamos arrodillarnos, venerarlo (proskyneō) frente a él, como "simbolismo" de su primera llegada acá en la tierra (ver, Filipenses 2: 6-11).

 

San Barsanufio igual que San Atanasio, creía en el “crecimiento de las virtudes” a través de la “lectura de los libros espirituales”, especialmente las “Vidas de los Santos”, esto, para ser visto como modelos de nuestras vidas, de cómo salir ante X, Y o Z situación, concibiendo como aumentar nuestra fe, luchar contra el mal/maligno, todo esto recogido como “tips” para combatir las pasiones y deseos que nos sucumbe a diario. Los “sabios” han sido claros, entre ellos los doctos y padres de la iglesia, del peligro que produciría la "idolatría", tal cual como la "lujuria", "orgullo", la "gula", es por ello que estos “vicios” tengan sus propios demonios (dioses falsos), igual que las esculturas de los "dioses paganos" ya que se crea una "representación" de “latría” y se le da algún valor, o acto humano, más no divino, por ejemplo al que se le rinde al "dios de la disciplina", al “culto del yo”, del “cuerpo bonito”, esto, no se debe confundir con el acto en sí, sino con su "deificación", no solo de lo que consideramos “malo”, sino tambien “bueno”, puede ser aplicado en doble-vía.

 

Los "cristianos" somos seguidores de Cristo, o bien como despectivamente se nos trataba del "nazareno", desde este enfoque, aunque seamos devotos de Dios, no significa que en la historia no haya sido expuesta a lo largo de su existencia en diversas "herejías", de hecho, San Agustín de Hipona, el solo, combatió más de 88 de ellas. Desde el plano de las escrituras del nuevo testamento aparece el “término” que queremos mostrar, en la Primera Carta de San Pedro 4:16, el hecho de “glorificar” solo a Dios muy diferente de cómo lo solían tomar los griegos, romanos, y hasta, los mismos judíos (en la salida de Egipto). Ya fue en los Hechos de los Apóstoles, cuando sus discípulos comenzaron a propagar la palabra “proskynesis” hasta hacerla conocer hoy en día en su “estado verdadero”.

 

El obispo y mártir, San José de Tesalónica fue detenido en la isla griega de Creta por la supuesta herejía de "adorar iconos", lo que no saben es que la verdadera idolatría se trataba de “adorar” la "codicia" (latría), el afán de perseguir el dinero (eidolon), eran los avaros, de la denominación que fuere (piénsese en Calvino o Séneca) los que estaban pendientes no más de acrecentar sus arcas, el poder, los bienes, (piénsese también en Hitler, Julio Cesar, entre otros) si no también todas las cosas que ofrece el "mundo". Ya se dice en el libro de Sabiduría 14:22 el que practica el error, yerra en el conocimiento de Dios, como el de suponer la divinización del Señor, o creer que existen otros dioses aparte de Él.

 

La "idolatría" o "adorar ídolos" proviene de "adorar" (latría), puede que sea una "imagen" en sí mismo, pero no es la finalidad de su prohibición, sino vista como representación de algo, o al menos de algo falso (dioses), no en el pensamiento de lo que es el Señor y de la Iglesia (todos sus miembros) sino de materialidades, o inmaterialidades que no existen en el plano divino, nuevamente Santo Tomas de Aquino considera estos hechos como "superstición" porque ya es claro que "todos los dioses de los gentiles son demonios", esto se expresa en Salmos 96:5, concretamente se indica: "Los dioses (“ídolos”) de los otros pueblos no son nada (eidolon), mientras que el Señor hizo los cielos".

 

Cuando la “escritura”, y por tanto la "tradición" (que es tan importante como la primera) describe la "idolatría" (“eidolon”, en alemán, “Götze”, véase el texto "Fraile hambriento de Dios" de Martin Lutero, en hebreo “selem” o “semel”), específicamente si está haciendo alusión a las "estatuas" o “esculturas” que era fundidas, llamadas como “massékáh” o “tabnit”, esto, con tal de rendirle culto de adoración (latría) mas no de “veneración” (dulía) a estos "dioses", y esto es también hacer "ídolos", (véase Número 33:52, 1 de Samuel 31:9 o Levítico 26:1), ya sea de forma fantasiosas, mentales, espirituales, corporales, de cosas, o seres vivientes, en todo caso cuando el Señor hace referencia a no venerar o adorar a estas imágenes, se refiere a esta "idolatría" no a Él, ni a los miembros de la Iglesia (pues sería contra divina -no lógico-), como lo son los santos, los ángeles, etc, fue así que no solo los judíos cayeron en esta práctica denunciado por el mismo Dios, sino otras culturas paganas, como los cananeos, asirios y babilonios hoy ya conocidos como "demonios" o "demons", tal cual como suceden en otras etnias/religiones hoy en día como el hinduismo, budismo, entre otras (ver al respecto, el texto de Maria Jose Mora Friedl, titulado "Las influencias sumerias y cananeas en la religión del mundo hebreo antiguo, 2010).

 

Por tanto lo que se condena son los "ídolos" siguiendo a los Sabios, Padres de la Iglesia, o Doctos como Tertuliano, San Cipriano, San Atanasio, San Agustín, o Santo Tomas de Aquino, estos coinciden en interpretar estos hechos de “actividad idolátrica” (con cualquier movimiento, inclusive dentro del “cristianismo”), esto ha hecho el hombre una afrenta hacia Dios, en “adoración” (latría) de los "demonios" que bien están camuflados en figuras de cualquier índole, no solo en el aspecto material, sino también inmaterial como los vicios mismos, y esto es dar culto, por ejemplo al "dinero" como el "súper poder" de tu ser, al culto del “Yo” (Círculo de Jena, Ilustración, Idealismo, etc) como si se tratara de una criatura misma endiosada que lo puede todo (véase la herejía de Pelagio), de allí que se analice todo esto como una "superstición", lo cual corresponde en muchos casos como “pecado muy grave” (falta gravísima) contra el primer mandamiento de la ley divina.

 

Pidamos el “don del discernimiento” para poder saber lo que es del Cesar, del mundo, y lo que es del Señor, correspondiente a los “bienes eternos”. Cuando Dios, dijo a través de Moisés, —contemplado en Éxodo 20:3—, que no habría más dioses delante de mí no solo se refería a un alto, un ¡Ya basta!, sino también a las distintas  imágenes propagadas —ex ante— distinto de su ser, de su combo, de su Iglesia, de su gente y de lo que lo compone, no de las imágenes o dioses falsas, de “superhéroes” creados por los hombres, o lo que se presenta ahora con el endiosamiento de sí mismo (narcisismo), de las cosas del mundo (vanidades), de o de los vicios (ídolos), que normalmente se hace "culto", "expresa-tácitamente" desde el "plano espiritual".

 

Si ustedes recuerdan fue el Señor mismo quien mandó hacer imágenes para la "honra" y "gloria" en diversos sucesos (véase, Éxodo 25: 18-22, Números 21: 8-9, 1 de Reyes 6:2 y 23, 1 Reyes 7:29, 2 de Corintios 2), la manera que quiere transmitirnos es otra de la que corresponde por parte de los "insensatos" y sobre todo de nuestros “hijos perdidos” los llamados “protestantes” en lo que se refiere a la prohibición de imágenes. Está claro que sí podemos hacer “reverencia” (dulía) o “veneración” (proskyneō) a la representación de la imagen de lo que pensamos o del recuerdo de lo que es "El" y los miembros de la Iglesia, que es distinto, si fuera asi, como lo comprenden ellos, de forma exagerada, explícita, literal y distorsionada no se podría entonces tampoco ver ni televisión, ni hacer "scrolls" en las redes sociales, porque al “ejecutarlo” ya sería rayar en este “conducta idolátrica”, más si lo será cuando te conviertas en adicto a estas cosas (endiosamiento inmaterial).

 

El concepto de la "veneración" de "imágenes" no solo es correcto en el catolicismo como lo sería en el rito romano u ortodoxo, sino tambien frente a otras religiones, aunque no nos interese mucho, si hacemos el paralelo, aunque se creería que en el Islam no está permitida tal manifestación, al menos si es posible conforme a la secta o rama que toques, por ejemplo la "chiita" contemplar tal situación. Por lo general la "idolatría" está prohibida en todas ellas, como tal cual nosotros también lo hacemos, pero entendida de otro modo, para ello el "shirk" (todo lo relacionado con el Señor) o "Kufr" del cual, plasmado en el Corán, se debe su fundamento más que todo a que Mahoma como profeta estaba llamado por nuestro Dios (aunque se haya desviado) de recoger a las personas a que adoraran a varios dioses falsos (politeísmo) en el pre-islamismo. No de la misma forma sucede en el hinduismo/budismo, ya que ellos si practican la "idolatría" y la "adoración" de "ídolos" llamados como "murti".

 

Si bien los "islamistas" prohíben la "idolatría" estos lo hacen a su manera, también nosotros, pues el concepto de "shirk" (lo que se condena es el “politeísmo” de la época en la era “pre-islámica”) la cual debe ser entendido, no en sentido amplio sino en "concreto", por ejemplo como hemos mencionado, los "chiitas" no tiene "rollo" con la "simbología", ni la "reverencia" (proskyneō) con obra de artes de su religión, con ellos se designa el título de "walis" (amigos de Dios, santos), como de los ángeles mensajeros (rasūl), algo parecido puede suceder en el judaísmo con los "shedim", que son "espíritus" o "demonios" que homenajean en el Talmud (como Lilith, o Asmodeo), que bien recogen estos últimos de los reinos mesopotámicos entre ellos el acadio, con el concepto de "shedu" o "lamassu" del cual fue traducido hoy en día a partir de la literatura griega como "daimones".

 

Siendo el "lenguaje griego" el idioma del nuevo testamento, como decir el Inglés de la época, podemos considerar que los hoy llamados “demonios” (que ya estaban de presente hasta antes de la aparición del judaísmo) se comenzó a ver/escuchar de mejor manera la connotación negativa que hoy ya conocemos de mejor manera y gracias a la sabia escritura, porque muchos estaban engañados, del cual no solo estaba el cristianismo sino también el islam, por ello su afán de condenar la "idolatría pagana" exactamente en la "adoración" de este tipo de “dioses falsos”, a lo que estos últimos le llaman "taghut" o "ṭāġūt", en todo caso, ambos creemos que muchos de las representaciones existentes están relacionados con los "demonios" (shayāṭīn), —véase nuevamente Salmos 96:5—, dentro del poder de fe que le atribuyen, (ver, Kitāb al-ʾAṣnām o "libro de los ídolos", en nuestro caso con los "males" de la “nueva era”) que inicialmente Dios le ordenó a Mahoma para que eliminara los dioses existentes de la época (como al-Uzzā, al-Lāt y Manāt) reprimiendo el culto: "shurakā", sin que esto impida la "proskynesis", en el "rukū" (postración) islamita como parte de la oración (salat).

 

Hoy en día, muchas personas, sin que sean consideradas paganas en sí mismo, satánicas, tibios, etc, sino que "personas neutras", ateos, escépticos, agnósticos le rinden culto a un “dios”, es decir, si llegan a idolatrar alguna cosa aunque no lo sepan o lo desconozcan, por ejemplo, al "dinero" como ya hemos dicho, este bien material (impreso) e inmaterial (fiat) tiene su representación en un dios arameo, que en verdad es un "demonio" relacionado a la riqueza excesiva (Mammon), descontrolada, así como sucede con la “gula” como antesala de la “lujuria” frente a los placeres de la carne.

 

En este sentido sabemos que la moneda es un "bien fungible" ya que es un papel/metal del cual se designa con el personaje que hemos mencionado: "Mammón", de allí que todo el evangelio (que es la palabra que debemos seguir si o si) sea contundente en afirmar entre ellos Mateo 6:24, que nadie puede servir a dos (2) amos, (es la plata o la virtud), esto, podemos relacionarlo de hecho con el caso expuesto arriba del "becerro de Oro", por lo que en ese tiempo no existía el plástico, ni el papel, pero si el oro, la sal, como representación monetaria. Y así sucesivamente podemos continuar con muchos más ejemplos, tales como rendir culto al Estado, a tal Gobierno, a las posesiones, las posiciones sociales, los líderes, el consumismo en general, los cantantes, los artistas, las filosofías, la adicción a las redes sociales, el poder, etc. Ya expresaba Platón: “Todo el oro que hay debajo o sobre la tierra no alcanza para dar a cambio de la virtud” (Ver, Las Leyes. Editorial Alianza: Madrid, 2002. p. 50).

 

Los ejemplos mencionados anteriormente son unos cuantos (pero la lista es abierta) representan un "estado espiritual deplorable" llamado de "idolatría" que puede ser eliminada, sólo con la virtud, sobre todo sobreponiendo el acto contrario, que en este caso sería no solamente la "generosidad" sino la "caridad" y "piedad" (debe ser trabajada por muchos años, para que sea llenada divinamente), es decir el amor de dar cosas a otros, por amor a Dios, sacrificando en tal caso nuestros bienes, negándonos a nosotros mismos, con tal de ayudar al prójimo, porque el Señor así lo ha querido, y estos hechos van asociados con ser "pobres de espíritus" que a su vez es una "bienaventuranza". Piénsese en esa persona que tiene como "ídolo" a un equipo de fútbol o a su jugador preferido, lo que será difícil tratarlo, porque no habrá mejor persona que él, incluso que su madre o padre, que X persona, porque lo "adora", y esto a su vez es una debilidad porque de esta forma alguien "astuto" podrá controlarlo debido a su descontrol emocional (psicológicamente) y no solo espiritual (almaticamente), al estar ciego, sordo.

 

Nos desvivimos por un partido de fútbol, baloncesto, tenis..., que en principio puede que no sea malo, pero dejamos tirados nuestros deberes/responsabilidades por ello, eso si que es “perverso”. El “plano mundano” cambia nuestros ánimos ya sea cuando ese equipo pierde o empata (y este estado es aprovechado por el “enemigo de nuestra alma), cuando realmente los únicos que ganan con el resultado son los socios, no los "hinchas", tú lo que tienes que ser "porrista" de la superación de tu vida, de la corrección, de pedir ayuda a Dios de salir adelante con tus problemas como los que se presentan en forma de pecados y vicios que te controlan, esto es una cuestión que no solo debe ser tratada desde el punto de vista espiritual, sino como "psicoterapia" porque estas conductas podrían llevarte a la ruina y no hablamos económicamente, sino moral, personal, familiarmente que es mucho peor que lo material, porque es estar muerto en vida, en "condenación" (Efesios 2:1).

 

Recordemos que fue Moisés quien dijo que a "Él" que le mostrara su rostro (Éxodo 33) o analícese el hecho de “este es mi Hijo amado” (piénsese en Marcos 9:7) que es mucho más que eso, es ver su imagen (verón icon), con tal de palpar, lo que se denuncia que no son otras cosas que las “idolatrías”, paganas o no, en todo caso, “dioses falsos”, que no solo son representativos, sino también i) inmateriales: poder, dinero, placeres, y ii) materiales: animales, cosas, personas, líderes, etc, señores/as, tenemos que tener claro que las "verdaderas imágenes" son para darnos mayor piedad, acción frente a lo que estamos haciendo conforme a la fe, en fin a Cristo que es la imagen viva de Dios, no existe por tanto en la imagen misma nada "milagroso" y si se cree esto, sí que es brujería, idolatría, y otras cosas, por tanto, toca guardarnos de los "ídolos" (Juan 5:21). Lo que cambia es lo que se plantea desde el "corazón" y otra cosa que no sea del Señor (que no esté lleno de caridad, esperanza y fe), ya sea dinero, poder, fama, lo que sea, es falso, es estar sordos y ciegos ante el "vicio" y las "esclavitudes".

 

Santa Francisca Romana, en muchas de sus “visiones”, detallo como el “maligno” nos llega a tentar, hasta conseguir la "idolatría", comenzando por la desconfianza, es decir por la falta de fe, esto, desorientándonos, de allí que brinque a la soberbia, arrogancia, (que es lo que se propone hoy en día en el llamado de la "autorrealización" o el “culto al Yo” que deviene desde la “ilustración”) luego le sigue la "impureza", en conjunto con la "gula" que es su antesala, y de este da salto  a la avaricia y codicia, para poder sostener los demás faltas a partir de negocios, trueques, ganancias, etc, llevando a arrastrar a otros (este hecho lo llama Don Bosco como “escándalos”, pasando de víctimas a tentador.), en las "inmoralidades" llega su "consecuencia final", terminado entonces en la veneración de "ídolos", que hoy en día el más común es el "dios dinero" (representando con el demonio de Mammon), pero están otros como el de la lujuria (Asmodeo) del cual mancomunadamente trabajan en conjunto con los demás espíritus de la rebeldía, de la carne, del mundo, y así hasta quedar ciego y sordo espiritualmente hablando, volviéndose expertos en envolver a otros (eres fichado para que los demás caigan en esa "idolatría", que es el fin del maligno, ser "venerado" que en este caso sería Belcebú su mayor representación), esto, con el fin de conseguir la “perdición de las almas" y la derrota del “género humano”.

 

La idea de la "limitación de las mentes", o "alteración de los estados mentales" no es nueva, ya la neurociencia, lo ha tratado, y la psicología, pero debemos recordar la historia para saber que es una táctica muy efectiva ideada por los gobiernos/Estados para manipular a las masas, recodemos la "propaganda nazi" de Goebbels, o el "pan y circo" de los proyectos sociales, esto no es más que agua tibia y sucia que terminan cobijando a los incautos y eso se debe más que todo por no tener una claridad y sistematización mental/almática de las cosas, si fuéramos conscientes de ellos no idolatramos a tal figura, cantante, equipo de futbol, tal artista, etc, de hecho, no estuviéramos sujetos a la politiquería, saldríamos de este hoyo moral, financiero, social.

 

Entiéndase de una vez que la filosofía greco-romano en si es pagana, por ejemplo la estoica, epicúrea, y puede que nos de fundamento para un argumento que queremos desarrollar pero no podemos tomar de ella un “estilo de vida”, porque sería en sí una "idolatría", por tanto, sería rendir culto a unas nociones contrarias a la verdad, como lo es el evangelio, es desviarnos a un “callejón sin salida” a la nada de lo que tiene que ver con el "hijo del hombre", de allí que podamos ver entonces que las causas, fines, y modos de "idolatría" han cambiado pero “exteriormente”, guardando “interiormente” su misma sustancia que no es otra que la "adoración" de "cosas del mundo", de la "carne" o de "Satanás" que a la final es lo mismo. Salir de los “estados de idolatrías” (porque pueden ser muchos, medidas en niveles) es menester, por ello que sea importante hacer aquí una diferenciación de lo que sería la “proskynesis” correspondida entre i) latría (adoración solo a Dios) iii) hiperdulía (veneración a Maria), iii) protodulía (veneración a José), y iv) dulía (veneración a los santos/ángeles), (ver al respecto a Santo Tomas de Aquino en Summa Teológica, sección 3.25).

 

El "proskyneō" es el término griego asociado de tener respeto hacia los "dioses", pero debe ser entendido también esté “concepto” como una "polisemia" que constituye su sentido positivo, como el de adoración, veneración, el acto de humillación, postración, y entre otros, que puede erróneamente estar asociado con la "idolatría" por parte de sus “practicantes”. Aun así, el “culto” tomado como "veneración", es el término utilizado en la "Septuaginta", no solo para el arrastre de estos "dioses paganos" (material o inmaterialmente hablando), sino también para el Dios de Israel, es decir no distingue una noción buena/mala.


De esta forma el culto de ángeles o santos (véase a Juan de Damasco, quien escribió varios tratados sobre las "imágenes" y en defensa de ellos), puede ser aplicado al "proskynesis", lo que si se prohíbe es la "latría" diferente a la adoración que corresponde solo a la Santísima Trinidad, que sería en el islam conocido como el "Rukū" (que era el que se daba en tiempos paganos y actualmente en ciertos casos) no aplicado a otros tipos. Veamos.


 

Podemos ver a Dios y, por tanto, representarlo en la persona de Jesucristo. No representamos a Dios en el icono, en su naturaleza divina, sino sólo en su "naturaleza humana" (igual como lo fueron los santos, Maria, Jose, y los ángeles, como aparecen en las Sagradas Escrituras), como se nos muestra, ya que no hemos visto su divinidad hasta ahora, hasta la "parusía", o lleguemos a la “vida eterna”, ya que no es posible en el momento por su pureza (irradiación de luz).

 

La diferencia esencial entre un i) "ídolo" y un ii) "ícono" es que el primero, es una creación de la "mente humana" y es considerado en sí mismo un "dios", recibiendo adoración (latría) como tal, mientras que el segundo, significa imagen, semejanza, figura, no recibe adoración, en sí mismo, pero lleva culto y honor a la persona representada en él. El icono (verón icon) no identifica el plano de la naturaleza con el plano divino, sino que los distingue completamente, porque el adorador no es del icono sino de Dios, siempre se relaciona con una realidad más allá del icono. Por tanto, el cristiano no adora el material del que está hecho (escultura, pintura, estatua, etc), como sí ocurre con el "ídolo", sino sólo a la persona representada en él.

 

Pensemos en otro caso, el de Judas, un ser que se llenó de "odio" por la "codicia" por lo que quería era riqueza pero terrenal, no divina, por tanto su "espíritu" se ennegreció, ya que lo que proponía su maestro era otra cosa, en últimas se terminó vendiendo por la "idolatría" al “dinero”, (30 monedas de plata), y puede que este hecho sea insignificante, porque a pesar de su arrepentimiento posterior ante el sanedrín, no fue contrito, ni sincero, sino ante el hombre no ante Dios, por ello que nunca consiguiera el "perdón". Lo que queremos dejar ver es que no solo los pecados, sino más aún más los vicios como los son las esclavitudes lo que nos convierte en la adoración (latría) de ídolos, y nos vuelvan “idólatras”: necios, ciegos y sordos ante los ojos del Señor y esto es su verdadero sentido.

 

Dice un refrán anónimo, “cuando se mueren los apegos nace la libertad", es decir se muere la "esclavitud" de los "vicios", del "mundo" y de las "idolatrías", por lo general asociados con "baal" (ver, Oseas 2:18), cuando "adoramos" y rendimos culto a algo falso, —se convierte en alimento de nuestro espíritu—, la cual representamos asi no queremos con una "deificación", por tanto estamos dando valor a algo que no es verdadero, pero que desde el plano almático tiene mucha valía. Lo que sí sabemos es que gastamos mas energía, tratando de fabricar o crear muchos más ídolos, es un esfuerzo enorme cuando todo está en la "liberación de la mente", exaltado en la "ayuda divina", por tanto, no necesitas darle culto al trabajo, al éxito, la gloria, la fama, la salud excesiva, el deporte, la familia, la cultura, la civilización, la etnia, el idioma, nada de eso, solo se adora a Dios, solo de la palabra del pan de vida vive el hombre, no del pan de la avaricia, lujuria, deseos mundanos, de la experiencia profesional, títulos, etc, eso no es lo que da la seguridad (esperanza) sino la paz en Cristo: tranquilidad, bondad, caridad, verdad, humildad, etc es decir la “practica” de las “virtudes”.