"El colérico prefiere la muerte que la humillación. Si es castigado, no corrige sus vicios, antes bien, los oculta"- P. Schram
"Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad".- Proverbios 16:32
"Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí". (San Pablo, Romanos 7: 12-20).
Mario Felipe Daza Pérez
Bastante hemos hablado/escrito sobre la importancia de ejercitar la mente, el cuerpo y tambien el espíritu, esto, como una de las formas de adentrarse a estos ejercicios en la "formación" no solo del "carácter", sino tambien del "intelecto", y la "voluntad", del cual resulta imprescindible en el "conocimiento de sí mismo", en consonancia con el "constructo" de la personalidad y ahora del "temperamento" que deviene en parte de ejes epigenéticos.
Podemos creer que por saber muchas cosas y de otros temas variopintos, entre ellos, a los que nos dedicamos, por ejemplo, el "derecho" ya resulta suficiente para no ahondar más en otros ámbitos ("efecto dunning-kruger"), se creen "autosuficientes" de superarse en cuanto a las tristezas, depresiones, ansiedades, etc de la vida, manifiestan "tácitamente" que por ser un mero "docto", esto ya es "suficiente", con tal de "menguarse" como una "persona integral", cuando es el "egocentrismo" el que lo tiene "flechado" hasta los "huesos", esta manera de ver las cosas por supuesto lleva problema no solo en el "carácter" que ha forjado sino tambien en el "temperamento" que ha iniciado en él, de allí sea menester entonces moldear la "personalidad", de lo que Galeno llamó los "humores" (representada con el agua, fuego, tierra y aire) lejos de los consejos ahora personales que nos describe los "coach" de la mano de sus "métodos mundanos".
En todos nuestros escritos siempre haremos referencia a que se deba fortalecer la "mente", y por tanto, "vigorizar el cuerpo" (complexión corporal) con tal de que "te haga caso" (voluntad, en todo lo que tú "decidas"), y más aún cuando de la disciplina misma se trata (San Francisco Asís le llamaba el "hermano Burro" al "cuerpo"), pues, las "fuerzas" (en conjunto con el "alma") de este "trinomio" te permitirá no doblegarse ante las tentaciones, pecados, vicios, o malquerencias de la vida y en su "sufrimiento" (al menos se hará "difícil" la congoja), esto te hará además de un "hombre rudo", trabajoso-asiduo en los puntos débiles. Una gran ventaja que debes tomar a tu favor.
De allí que el "temperamento" sea imprescindible trabajarlo desde un "inicio" (no darle chance), para luego no tener problemas más adelante con tu "personalidad" y, por tanto, con tu "carácter". El primer caso (que es el que vamos a tratar aquí) está relacionado con la "influencia endocrina" (que se debe en cierta parte a los genes, y que se manifiesta meramente en determinados rasgos físicos y psicológicos). Ya desde la antigüedad se tomaba este tipo de nociones, tales como Hipócrates (Ver, Sobre la naturaleza del hombre) o el propio Galeno, médicos griegos, del cual distinguían cuatro (4) tipos de ellos que ya mencionaremos más adelante.
Aunque en la modernidad se ha tratado de abordar un número mayor de "humores" (este es el estándar básico que aún se mantiene) inclusive en los "psicólogos modernos", por ejemplo, Tim LaHaye (escritor cristiano) la amplió a doce (12), al respecto leer "Temperamentos controlados por el Espíritu" (nos basaremos en algo tambien en su texto). Podemos entender el "temperamento", como su nombre lo indica en una "temperatura" (del griego "krasis" que significa "mezcla equilibrada"), o bien una "medida" el cual las personas interactúan en la sociedad, que no necesariamente tiene que ver con ]"entornos externos" sino biológicos, o más bien "epigenéticos" (sistema nervioso central), que en el caso de cómo te vayas desenvolviendo esto permitirá tener entonces una inteligencia, sabiduría, y voluntad para forjar conforme a este enfoque el "carácter" y tu "personalidad". Se entiende que la primera hace parte de esta última, lo mismo la segunda, pero creería que está en debate (todos ellos) debido a los avances de la ciencia, lo que sí podemos decir, es que será la experiencia, el entorno, el "folklore", eso de la "cultura", lo que transformará lo que será de ti en el presente y el futuro de lo que se conoce como "fenotipo" o "fenotipo extendido" (Dawkins).
Dice Tim LaHaye, que el i) "temperamento" es la resultante de la combinación de rasgos congénitos que en forma subconsciente afectan el comportamiento del hombre, en lo que respecta al ii) "carácter" es la formación que recibimos en nuestra infancia, por la educación y por las actitudes, creencias, principios y motivaciones básicas y la iii) "personalidad" es la exteriorización de nuestro yo (fachada exterior). A veces se lo denomina "el alma" del hombre, constituida por la mente, las emociones y la voluntad. "resumiendo, el temperamento es la combinación de rasgos con los cuales nacemos; el carácter es nuestro temperamento "civilizado"; la personalidad es el "rostro" que mostramos a los demás (1990, p. 12).
Yéndonos a recientes estudios desde la "neurociencia" tenemos que el temperamento en los "bebes", aun pequeños determina lo que será de tu "personalidad" y "comportamiento", por eso debemos tener cuidado para cuando seas mayor, esto, nos da entonces unos indicios fuertes de tu "carácter" tambien, aunque no necesariamente (Cfr. “La inhibición conductual infantil predice resultados sociales y de personalidad tres décadas después”. por Alva Tang, Haley Crawford, Santiago Morales, Kathryn A. Degnan, Daniel S. Pine y Nathan A. Fox).
En otros análisis se ha encontrado que la "composición de la microbiota" (mayor índice de Streptococcus y Bifidobacterium, en la relación de "metabolitos" como el producido por el ejercicio de fuerza con el "lactato") resulta imprescindible tambien de lo que será tempranamente de ti más adelante, es decir, sobre la nutrición y la vida saludable vale, (Cfr. “La composición de la microbiota intestinal se asocia con rasgos de temperamento en los bebés” de Anna Aatsinki et al o Kameron J. Moding y Cynthia A. Stifter en Desarrollo infantil).
Leyendo un texto del Reverendo Conrad Hock, titulado: "Temperamentos: Para conocernos mejor y ayudarnos a amar según el hogar de Nazaret", expresa el autor que al "conocernos nosotros mismos" en este ámbito nos permitirá poder discernir, para luego comprendernos y ayudarnos, y por supuesto tener en cuenta a otros en su proceso. Y para ello refiere cuatro (4) tipos de temperamentos o de humores siguiendo a Galeno y a Hipócrates que son:
- Colérico: Es la excitación fácil y fuerte, o la acción inmediata de tu comportamiento (en resumen, es una impresión permanente en el alma).
- Sanguíneo: Es la excitación fácil y fuerte, o la acción casi inmediata de tu comportamiento (en resumen, es una impresión cuasi permanente o latente en el alma).
- Melancólico: Es excitación poca, y mediana, o la acción mediata o nula de tu comportamiento (en resumen, es una impresión poca en el alma)
- Flemático: Es la excitación poca, y débil, o la acción nula o rara de tu comportamiento (en resumen, es una impresión inexistente o muy poca en el alma).
De los dos primeros podemos decir que son "activos", y de las dos últimas que son "pasivas", pues, aquí la cuestión está en saber no excitarse fácilmente, ni tampoco tomar con fuerza las cosas de la vida, y menos el de reaccionar "inmediatamente", lo que se debe es actuar con "sabiduría" y "prudencia" siempre, haciendo casi inactiva de la reacción que tenga frente a un hecho en concreto, por ejemplo, en un comportamiento frente a una ofensa, injuria, dejando la impresión que se diluya por ejemplo ante un rencor que sea permanente o casi inmediato.
Estos tipos de temperamentos por lo general llevan consigo "pecados", y entre ellos los capitales, piénsese en la ira, la envidia, que son los más comunes frente a este caso, de allí que sea menester realizar frecuentemente "examen de conciencia", "meditaciones", "ejercicios corporales" y "espirituales", "confesiones" para poder minimizar este tipo de "actividades reactivas", tales cuales como la "histeria" que es el método de estar "iracundo" por cualquier circunstancia, como cuando algo no sale algo como tu querías, y esto requiere "entrenamiento", que bien pueden venir por la crianza, el ambiente, el entorno, epigenética, o porque ha trabajado negativamente esta conducta, de allí que podamos decir que el "hijo de tigre sale pintado", pero no siempre es así.
Conociendo nuestros "temperamentos", es así que podremos trabajarlos con tal de no caer en esos vicios, piénsese en la ira o la envidia, el orgullo, la necedad, terquedad, miedo, tristeza, inconstancia, pereza, etc, que son las "desgracias" la cual puede permear en otros ámbitos, esto, como un todo, Teniendo claro la existencia del "alma" no podemos permitir (aunque aún no la veamos) que se quede impregnado reflejos negativos de nuestras actividad por culpa nuestras o por incidencias de nuestros vecinos, "amigos", o personas en general.
Aunque hemos descritos cuatro tipos de temperamentos o de "humores" del cual podemos encasillarnos, no debe tomarse como ámbito negativo, sino que tambien tiene sus aspectos positivos (mayormente) por lo que se debe tomar "lo mejor" de cada uno de ellos y "trabajarlos", por ejemplo:
En el "colérico", encontramos cualidades que están la de tener una voluntad fuerte, una inteligencia clara, motivado por las cosas que hace, disciplinado, el dominio no sobre sus cosas, vicios, sino tambien sobre los demás (v.g. fue un ejemplo de ello antes de su plenitud San Agustín), dentro sus males, pero tambien podemos encontrar dentro de ellos el "orgullo" o "soberbia" (narcisismo, espiritual, intelectual, etc) esto debido a sus "grandes capacidades", se siente confiado por lo que hace, no cede ante los errores, y creer tener siempre la razón, no le gusta que le ayuden, trabaja solo, y por este ímpetu perfeccionista, no solicita casi nunca pedir ayuda divina, porque es "autosuficiente" (por lo general son ateos o agnósticos), de no diluirse esta connotación no es posible llegar a la "santidad" (aquí la razón debe entrar cabida a la fe y la caridad). Por mucho esfuerzo, sacrificios y ayunos que haga, si no son ofrecidos al Cielo no sirve de nada.
De este temperamento que es "aferrante" se puede construir negativamente además una ambición en contra de su alma (avaricia, por tener más, no solo dinero, sino "conocimiento" burdo), contrario a la "caridad", por un "menosprecio" por los demás, suele ser "envidioso" no solo en cuanto a lo "material" que es lo de menos sino en lo intelectual, conforme a cargos, títulos, o enseñanzas de los demás, inclusive en "virtudes" o principios, le gusta estar mandando, cuando no organiza ni siquiera su propia vida, se ofende cuando le refutan algo, no tiene prudencia, la humildad es la última en acordarse, puede ser "hipócrita" con tal de quedar bien, fingiendo que es correcto o no algo, solo para quedar bien con su "yo" interno.
Indistintamente de todo esto Dios sabe la gran "virtud" de los "coléricos" a pesar de los "vicios" que pueden incurrir pero que debido a su gran "inteligencia" es de "utilidad" para los servicios hacia al Señor en cuanto a la "evangelización", "misión", "apostolados", se da cuenta de que son una "gran ficha" para la conversión de otros o fortaleza de los tibios, con un gran entrenamiento de este "humorista" puede llegar a ser "santo", de allí que para evitar todo tipo de "vicios" se tenga que hacer oraciones profundas, constantes e intensas, meditaciones contemplativas y demás "ejercicios espirituales", que hará de él un "hombre rudo" ante mortificaciones, sufrimientos, infortunios voluntarios e involuntarios, y del que aprende a sobrellevar las "humillaciones" (sobre internas), que bien va atado a la "práctica de las virtudes" en contra de ese mal que es la "soberbia" que lo regía. La "humillación", la "caridad" y la "obediencia" serán siempre su remedio permanente y sus grandes amigas para con su "conexión con Dios".
El "temperamental colérico" es muy activo no se queda "achantado" con nada, le aplica la frase de San Benito "ora et labora", pues el trabajo es su diario vivir, en cualquier ámbito, no solo en el profesional, sino en cuanto a su disciplina de la vida (personal, alimentación, social, gimnasio, etc), queriendo de por sí la "excelencia", es de allí que dichas debilidades que tiene en contra deba tomarlos a favor en cuanto al apoyo que tiene el sistema nervioso parasimpático, del cual le puede servir tambien para orar con frecuencia, evangelizar, leer, e imitar la vida de los santos, estimulando a los demás, sacando de sus pensamientos su máximo provecho para el prójimo, esto en cuanto a la "caridad" y "humildad" (siempre en relación con la voluntad de Dios y sus designios -obediencia-) con constancia, buscando el "camino a la perfección cristiana", con "ayuda divina", que siempre lo estará acompañando hasta el final de sus vidas (Salmo 32 y 91), es el propio que lo que el camino que abra se le concederá, y se le escuchara más que el otro, debido a su ímpetu y su "amparo predilecto divino".
Por último, tenemos que una "personalidad trabajada" de este tipo te permite, (bien llevada) organizar no solo la vida que lleves consigo, sino tambien la de los demás, organizaciones completas, grupos, cenáculos, vida en comunidad y la familia, al menos no permitiendo que les estorbe lo superfluo, porque se pondrá la "camiseta" para que no pase eso, así los ataques que reciba, tristezas, desgastes, y demás sabrá cómo conciliarlos, son sus capacidades, y dones divinos su arma poderosa, son tan grandes que lo podrá hacer con uso de la razón, de la fe y de la caridad, ya que su constancia, la disciplina y el orden son su lema, que sin llegar a controlar el vicio capital que en esta caso sería el "orgullo" que estará al acecho hasta el final, lo aplastar con la "humillación, quitando todo peso negativo en contra, "sic volo, sic jubeo, stat pro ratione voluntas" (asi lo quiero, así lo ordenó, basta mi voluntad por razón, Hock, p. 34).
En resumen, de este temperamento:
- Es integral, no le da pena casi nada
- Motivado y disciplinado, tiene sus metas claras
- Aplica el aforismo "el que persevera alcanza" todo el tiempo
- Le gusta razonar y persuadir a los demás sobre sus ideas
- A veces es "impulsivo" toca calmarse según la situación (prudencia)
- Tiene bastante confianza en sí mismo, es autónomo y tiende al éxito
- Tiene iniciativa para aprender y para emprender en cualquier proyecto
- Es líder, y alegre, rara vez este triste
- Lo pueden herir, pero es indiferente (cuando lo ejercita), no le gusta las vanaglorias
- Es relajado y no se preocupa por lo que dirán ni por el mañana (el presente), no es ansioso.
- Tiene la voluntad fortalecida, es rápido para actuar o que hacer, tiene energía extra
- No abandona las cosas así no más, es calculador, va siempre a lo "primero"
- Las emociones están controladas y sus pasiones (exceptos a veces con la ira, celos, envidia)
- Es presuntuoso en algunas ocasiones, deja ver el orgullo, engaño, disimulo, fingimiento.
En el "sanguíneo", encontramos que igual que el anterior se excita rápidamente, por cualquier acontecimiento, pero con la diferencia que esa impresión queda muy poco tiempo en el alma, no va a lo profundo de las cosas, sino a lo de "encimita", le gusta los trabajos fáciles, que no requieren mucho de "intelectualidad", no tiene constancia, no tiene la motivación suficiente para seguir adelante, abandona planes y proyectos, no hay carácter ni principios, le gusta lo variado, le gusta más lo exterior que lo interior es decir se desvive por lo "mundano", le gusta la verborrea y la dispersión, es tranquilo (entre comillas), optimista, "relajado", no se aflige por las cosas malas que suceden, es bromista, tiene temperamento de paja.
La "vanidad" entonces lo puede corromper, y la autosuficiencia pero no como el colérico, sino de lo que hay, por más cosas, sino con el "confort", se siente complacido inclusive en las ofensas, se siente feliz por la vanagloria y el qué dirán, se podría decir que es "sencillo" pero no lo es, porque es por la "pereza" que lleva consigo de allí se le suma la envidia, celos, y demás, la vida de placeres inmediatos, quiere estar siempre con personas, en la diversión ("recochita"), y lo superfluo, no le gusta el sacrificio, las mortificaciones, ni la penitencia ("vita light"), es hipócrita, lanza juicios temerarios, no es persistente con lo que se quiere, se distrae fácilmente en los rezos, y son por lo general excesivas, no es conciso, muy insípido en los "quehaceres".
Dentro de las bondades de este temperamento a pesar de las ya mencionadas negativamente está en la "facilidad de poder comunicarse con desconocidos" (debido a su "verborrea"), son alegres, es atento, es empático, corrige fraternalmente (normalmente), no guarda rencor, es obediente, es sincero, pide perdón cuando se requiere, endereza su conducta, debe trabajar con mayor constancia sus "virtudes", debido a su "pereza" a pesar de tener una "personalidad activa" (no es inmediata) en reaccionar, entre ellos, muchos ejercicios corporales, mentales y espirituales, confesiones frecuentes y examen de conciencia, rosarios, coronillas, y un sin fin de cualidades, como lo es los sacrificios, ayunos, o dejarse llevar por su "coach" o "guía espiritual", en fin debe perfeccionar la caridad, la fe, la piedad, que a diferencia del primero debe centrarse más en la "humildad".
En resumen, de este temperamento:
- Como el colérico, no posee casi vergüenza, es osado.
- Tambien es líder de otros, y le gusta actuar en grupo, le encanta que lo escuchen.
- Le gusta trabajar en grupo y no aisladamente (al contrario del primero).
- Es flexible, no es terco, ni reiterativo frente a una idea, plantea y ya.
- Detallista, prefiere las actividades con energía y movimientos o retos.
- Impulsivo en sus decisiones son incorrectas (a menudo) por la pasión o emotividad.
- Es curioso, a diferencia del colérico que es "imaginativo" debido a su "intelectualidad".
- No es líder, sino seguidor de otros, cree tener el éxito, y no tiene casi motivación o disciplina.
- Es fácil en hacer amigos, y es afable.
- Su espíritu es alegre, es despreocupado, no sufre de depresiones o ansiedades.
- No es selectivo en cuanto a amistades, tiene "amigos" de toda clase.
- Las acciones que hace son profundas, y activas (a pesar de las consecuencias negativas).
- No tiene mucha perseverancia ni objetivos tan claros.
- Hace cambios cuando los requiere, se dejaría llevar cuando este crea que es así.
- Es sincero, honesto, sociable, no oculta sus sentimientos, no es protocolario ("sencillo").
En el "melancólico", su excitación se torna tenue, y su reacción débil, aunque permanece un poco en el alma dicha impresión, tiende a la meditación, mira todo la "historia" de sus cosas, el antepasado del problema y trata de buscar una solución reflexiva, mira lo interno y lo externo, tiene una mirada psicológica, en cuanto a la parte espiritual, ama la soledad, el silencio, el estar a solas, es tranquila, serena, no es impulsiva, sino que coge las cosas con calma, siendo reservado, es prudente, cavila mucho si va a salir con algo malo, tiene cierto miedo a las cosas, la cual dificulta este temperamento, por ejemplo no hace las tareas para cuando se requiera, procrastina de cuando en vez, no tiene motivación permanente, ni una disciplina rigurosa, es tímido, lento en ocasiones, no se deja llevar así nomás, aunque lo que hace lo hace con esmero y dedicación, pero no tan eficientemente, se demora mucho en sus quehaceres, no le gusta mostrarse a los demás con las cosas que hace, mejor dicho no busca la "gloria".
No le gusta las "humillaciones" por lo general, ni el qué dirán, trata de cuidarse de la "fama" prefiere vivir despechado, llorando, no tiene muchos amigos y es muy difícil tratar con ellos, pareciese que fuese pesimistas, son herméticos, y no se les puede tratar fácilmente como el "sanguíneo", por ello es que sean buenos en la oración mental y es algo que debe aplaudirse, pero muy melancólicos internamente hablando y esto debe a la vida de reflexión, e intimidad con Dios, piadosos, aunque se distraigan con regularidad, pueden tender a la "escrupulosidad", se descuidan, mira frecuentemente sus pecados y faltas pasados (aunque estén confesados), les da "cosita" caer nuevamente en ellos, y de las tentaciones del mundo, y la carne y del "enemigo", los que se agarran de las tristezas que va en contra de los pecados de la caridad (mayormente) debido a la "presunción" que puedan "arraigarse", siempre deben tratar de no ser pesimistas.
Se vuelven muy emotivos, por cualquier injusticia, o noticia que vean (por ejemplo piénsese en los conflictos bélicos), ¡qué horror! lo que le termina afectando algo que no pueden controlar, y a que atañe a otros, cualquier ofensa, es difícil de olivar, apego, o que le hagan algo material o emocionalmente, por lo que se torna desconfiado con todo, todo es oscuro para esta persona, de lo que llegan a tener pensamientos obsesivos que son de "papaya" para el "enemigo" de allí que se le produzca otro tipo de enfermedades no solo mentales sino tambien corporales hasta pueden llegar al "odio al género humano", o ser proclives a ideologías (feminismo, animalismo, vegetarianismo, ambientalismo), por lo que puede resultar muy peligroso si no se controla, son los que propios que hablan o actúan con la lágrima en el ojo, siendo más malo o bueno, llevándose por las pasiones.
A pesar de ello, este tipo de temperamento, llega a reflexionar de sí mismo, y auto dedicarse a mejorar a pesar de no considerarse intelectual por eso se permite abrazar luego la "caridad" y la "piedad" (que pueden ser su mayor virtud), si se mantiene firme en este personalidad, no dejándose llevar por las vanidades, el exterior, lo mundano, y demás, debe crear la confianza necesaria que ayude a lo demás, y permite ser empático con el prójimo, aunque sus impresiones no se queden, sino que se van, sus acciones tienden a ser lúgubres, su trabajo de la interioridad resulta importante para llegar a un camino correcto y virtuoso, con generosidad, y fortaleza ante las tribulaciones, no tomándose todo a pecho ni a la ligera sino con calma, sin nervios sino con el corazón y la razón, sabiendo cómo actuar indistintamente de las consecuencias porque ese "halago" solo irá a la mano sino Dios.
En resumen, de este temperamento:
- Es tímido, se avergüenza de casi todo.
- Es aislado, no le gusta hablar con los demás.
- Trabaja solo, en los detalles es cuidadoso (como el "colérico") a diferencia de la "pasividad".
- Es lento para tomar decisiones, es deliberativo, y es precavido hasta en lo menor.
- Tiene falta de confianza en sí mismo, le falta iniciativa propia, y no es flexible.
- Reservado, hermético, encerrado en sí mismo, no le gustan los ambientes, tiene pocos amigos.
- Tiende a la tristeza, melancolía, malhumorado, deprimido, ansioso, sensible.
- No tiene compañeros o no les habla a otros así nomás, es indeciso.
- Se preocupa por las injusticias, modesto y sencillo.
En el flemático, el último que se describe, que es débil tambien en su excitación, y tambien en su reacción antes los acontecimientos, todo resquemor desaparece casi por completo, no le interesa casi lo externo, por ejemplo de las noticias, es parco, prefiere el descanso, va con calma en sus quehaceres y actividades, pero con dedicación, no se irrita tan fácilmente, ni tiende a los sufrimientos, les da igual, es trasquilo, práctico, va a lo que es, sobrio, temple, moderado, es minimalista, lo malo es que puede tender a ser perezoso (sobre todo en lo asedia), y a ser glotón, no tiene casi energía, y no tiene marcado un plan de vida elevado, hay que educarlos cuidadosamente, porque requiere de tiempo para la enseñanza y educación.
En resumen, de este temperamento:
- Es deliberativo, y lento para tomar decisiones, muy precavido en lo menor
- Es indiferentes a los asuntos externos
- Es reservado y distante
- Es lento en palabras, acciones, obras y pensamientos
- Tienen a perseverar, pero son "lentos pero seguro"
- Es constante en el ánimo, es equilibrado "parecen un pastor alemán".
Están los "temperamentos mixtos" que son los ideales, que deben corresponder de lo uno y lo otro, pero no de lo malo, sino de lo bueno de cada uno, en nuestro caso, tomando como base el "colérico" que es el "estar en la jugada" (alerta), y poder "reaccionar" cuando las condiciones así lo ameritan, sin mezclar ningún tipo de "orgullo", ni "ira", sino con el "corazón", firmeza, en el dominio sobre sí mismo, alegría, ganas, buena gente. Aquí se trata de tomar un poco de cada "humor", por ejemplo, ser atento, expresivo, iniciador, pero tambien independiente, visionario, líder, y tener algo de estratega, dotado, místico, y por otro lado de tranquilo, objetivo, justo, empático, todo dependiendo la circunstancia y el momento, por ello que se deba trabajar la "personalidad" en estricto sentido en todos los ámbitos, para llegar a ser un "temperamental sano".
Fuente: "Temperamentos controlados por el Espíritu" de Tim LaHaye, 1990, p. 174. |
Si observamos la imagen anterior (ut supra) tenemos que cada uno tiene sus fortalezas y debilidades, pero para ello que uno debe ser "consciente" de que le hace falta para poder amortiguar por un lado y dedicar al flanco débil, si somos "coléricos" sabemos de las grandes capacidades que aporta este "humor", pero a ello le lleva ciertas negatividades sino son "controladas" tales como la "ira", el "orgullo", por ello que toque ser "melancólico" o "flemático" en ciertas ocasiones, cambiando de la "seriedad" a la "broma" o al "silencio", esto dependerá de la "estrategia" tomada, de allí que se siempre entrenar en todos los frente con tal de construir un "temperamento que vaya acorde a los fines del Espíritu santo".
En lo que respecta a la "psicología actual" no se siguen este tipo de temperamentos mencionados pero sirven de guía para marcar un hito en cuanto a las "personalidades", por ejemplo existen diversas teorías que se manejan como la que se incluye con Jeffrey Gray con la denominada "sensibilidad del refuerzo" (activación, inhibición y lucha), la de Eysenck, por medio de la activación e inhibición conductual, el indicador de tipo Myers-Briggs (MBTI), el clasificador de temperamentos de Keirsey, las "características temperamentales" de Jean Strelau, o aquellos estudiosos que siguieron trabajando con los "cuatro incipientes temperamentos" mencionados como lo fue Johann Unzer o Jerome Kagan, esto, junto con la mixtura de alguno de ellos, y otros que concibieron que eran una farsa como Johann Nestroy, en todo caso esta reglas han sido de aceptación de muchos psicólogos hoy en día y lo serán por muchos años más sobre todo en lo que concierne al "análisis" del "alma".
Sepan que cuando el "Espíritu Santo" se incorpora a la vida de un hombre, se da a la inmediata tarea de modificar su "temperamento" en su "plenitud". y es de esperar que con esta "transformación", nazca una nueva persona, una experiencia única, mística, sobrenatural, que se consiga si tú lo quieres, desapegándote a lo material y buscando lo espiritual, en este caso el "grado de santidad" en la medida que tu inmiscuyas en este tipo de situación. El "consolador", "espíritu de la verdad", te ayudara siempre y cuando tú te ayudes, con las plegarias, sufrimientos, penitencias, para que luego te provea nuevas especificidades propias de cada individuo, dones, carismas y gracias, que llevara contigo un "temperamento robusto", rudo, fuerte dotado de una fuerza de voluntad indomable, lleva a metas eternas, y no temporales.